SOR MARÍA CÁNDIDA DE SAN AGUSTÍN "LA PERLA DE VALDEPEÑAS" 1 - 3

miércoles, 26 de febrero de 2014
                             Gracias y súplicas por intercesión de la
                                                  Madre Cándida            

                            (Del periódico "La Perla de Valdepeñas" publicado entre los años 1931-1935)


La Solana,- Rda. M. Priora del Convento de Agustinas de Valdepeñas.- Deseo comunicarle una gracia que hemos obtenido en este convento de Dominicas por intercesión de la M. Cándida. Bebió una religiosa, por inadvertencia, legía de sosa, y se abrasó, como es consiguiente, todo el tubo y el estómago. Los dolores eran insufribles. Al reconocerla el médico, que tardó en llegar por no estar a mano, dijo que, aparte de las heridas, era tal la inflamación que podía morir asfixiada. Yo entregué a las monjas una estampa de la M. Cándida para que la aplicaran a la enferma, y fué tal la eficacia que, según ella confiesa, apenas sintió su impresión en la espalda cesaron sus dolores empezando una franca mejoría hasta recuperar totalmente la salud sin haber dejado huella el terrible mal.
     Otra religiosa padecía de la vista por una rija que tenía en un ojo, y empeoró de modo que la supuraba de continuo con muy mal olor y mucho dolor. Se aplicó otro retrato de la M. Cándida que le di y cesó el dolor y supuración, de modo que ya hace tiempo sigue bien, sin haber tenido que sufrir la operación imprescindible que le anunció el médico. 
     Se encomienda en las oraciones de la Comunidad su afmo. Juan José Estévez, Presbítero.

Santander.- Hallábase mi marido sin trabajo, por efecto de una gran crisis por la que había muchísimos desocupados; acudí fervorosamente a la M. Cándida y providencialmente se pudo colocar.
       Tengo una amiga que tiene un hijo al que por mucho tiempo no le fué posible separar de una mala amistad, por más que usó con él de todos los recursos. La induje a que encomendase este asunto a la M. Cándida, para cuyo fin le proporcioné una estampa de la Sierva de Dios, y perseverando en sus súplicas, logró que terminara con aquel enredo, al que, gracias a Dios, no ha vuelto más, por lo cual aquella familia está muy agradecida a la M. Cándida.- María Illera

Valdepeñas.- En el año 1926 pasé por Valdepeñas, ya próximo a ser soldado, y una sobrina  de D. Trinidad Bacas, tan amigo de la M. Cándida, me dió una estampa con el retrato de ella asegurándome que en la guerra de Marruecos, a donde iba, no me pasaría nada. Me encomendé a la M. Cándida y estuve en todo lo más rudo de los combates: Una bala me atravesó la gorra, otra la mochila, otra el zurrón, otra me pasó rozando por la mano sin hacerme nada, y en fin, salí de todo con entera salud y vida. Me aseguró dicha señora que yo mismo volvería a Valdepeñas a devolverle la estampa, y así se ha verificado al pie de la letra. (Las Religiosas no tomaron el nombre del soldado).
      Aquí, dicen las mismas, es muy grande la devoción que tienen a la M. Cándida; es continuo el traerle velas para su sepulcro, y, como no es permitido aun encendérselas, se las ponemos, al menos por un tiempo, al Niño del Consuelo. Es muy común que señoras que están próximas a dar a luz se encomienden a la M. Cándida, y muchas nos piden la correa de la Sierva de Dios u otra reliquia, y parece que obra maravillas en esos casos; otras devotas vienen a bendecir un hábito negro y correa, para ponérselo en cumplimiento de promesas hechas a la M. Cándida...

      
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                                                               Oración 
  
                                      ¡Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo!
                         que de tantas maneras has manifestado tu Omnipotencia
                         y Misericordia en favor de los hombres: escucha mis ruegos
                         en la necesidad que ahora siento y por los méritos e intercesión
                         de la V.M. Cándida de San Agustín, concededme la gracia que 
                          pido si ha de ser para tu mayor gloria y bien de mi alma. Amén
                           
                                                        (Hágase la petición y récense tres Gloria Patri)

                       Rogamos nos comuniquen las gracias recibidas por intercesión de la
                                                          Sierva de Dios Madre Cándida de San Agustín. 
                                                       Pueden dirigirse a: MONASTERIO DE SAN DIEGO,
                                                                    MM. AGUSTINAS,  c/ Convento, 1
                                                                                13300 Valdepeñas 
                                                                           (Ciudad Real) ESPAÑA
                                                                                Tel.  926 32 21 05

                    Quienes deseen ayudar, con sus limosnas, a la causa de canonización de la Sierva de Dios, y a los gastos de edición de libros, estampas y reliquias, para dar a conocer su vida y propagar su devoción, pueden enviar sus donativos a nuestro Monasterio, por giro postal o por transferencia Bancaria a la cuenta corriente número:

                                             POPULAR   IBAN  ES12 / 0075 / 0556 / 52 / 0700777973 
                                                                    

SOR MARÍA CÁNDIDA DE SAN AGUSTÍN "LA PERLA DE VALDEPEÑAS" 1 - 2

sábado, 22 de febrero de 2014

         

                               Árbol  Genealógico  de  Sor Cándida

                            (Del periódico "La Perla de Valdepeñas" publicado entre los años 1931-1935)

                                             
      El abogado valdepeñero don Eusebio Vasco, correspondiente de la Real Academia de la Historia e incansable cronista de Valdepeñas, ha hecho un estudio minucioso y documentadísimo formando el árbol genealógico de la M. Cándída. En él aparecen todos los parientes lejanos y cercanos de la Sierva de Dios, entre los que se cuentan numerosas familias vecinas actuales de dicha ciudad. De dicho estudio y a ruego nuestro, irá sacando un extracto, que como dato histórico es de gran interés para la biografía de la ilustre valdepeñera la M. Cándida de San Agustín, para todos sus parientes y aun para todos sus paisanos. Hable pues, el infatigable rebuscador de datos históricos de su patria chica.

                                                            ____________

             Con algún trabajo, y no escasa dosis de paciencia, hemos llegado a formar el árbol genealógico de Sor Cándida.
        Merced a estos apuntes, aun la generación futura, podrá determinar fácilmente su parentesco con la ilustre valdepeñera.
          Para mayor claridad y concisión, todos los parientes de la Madre Cándida, tanto vivos como difuntos, van enumerados correlativamente, y ese número, que precede al nombre, sirve para designarlos y distinguirlos de los demás.
         Los dos números que van después de cada nombre, indican quiénes fueron sus padres.
             Con estos elementos, partiendo de cualquiera de las personas enumeradas, bastará anotar los nombres de sus padres, abuelos, bisabuelos, etc. hasta llegar a los abuelos de la Madre Cándida, y quedará determinado el grado de parentesco.
   1.-  Sor María Cándida de San  Agustín (2 y 3). Nació en Valdepeñas, provincia de Ciudad Real, el 15 de Febrero de 1804, en la casa número 6 de la calle de Córdova. Tomó el hábito en el convento de Alcalá, el 15 de Mayo de 1826, profesando el 18 de Mayo de 1827. Por motivos de salud fué trasladada al convento de Toledo, el 28 de Octubre de 1853, donde falleció el 30 de Marzo de 1861. Su cuerpo fué trasladado al convento de Valdepeñas, del que fué fundadora, el 24 de Octubre de 1876.
     2.-  D. Juan Félix de Córdova y Abarca (5 y 6). Padre de Sor Cándida, casó con (3)Doña Telesfora Pozuelo y García, el 28 de Diciembre de 1800. Después casó con (4)Doña Josefa Langa, el 14 de de Febrero de 1825. Testó, ante D. Juan José Lasala, el 9 de Junio de 1836, y falleció el 1º de Octubre de 1841.
     3.-  Doña Telesfora Pozuelo y García (7 y 8). Madre de Sor Cándida, falleció el 13 de Abril de 1820. María Cándida tenía 16 años de edad y quedó al cargo de la casa y de su hermanita Dolores.
    4.-  Doña Josefa Langa. Casó con (2)D. Juan Félix de Córdova y Abarca.
   5.-  D. Francisco de Córdova. Abuelo paterno de Sor Cándida.
   6.-  Doña Rafaela de Abarca. Abuela paterna de Sor Cándida.
  7.-  D. Patricio Pozuelo Cañizares. Abuelo materno de Sor Cándida.
  8.-  Doña Camila García Laguna. Abuela materna de Sor Cándida.
  9.-  D. Francisco de Córdova y Abarca (5 y 6). Hermano del padre de Sor Cándida. Casó con (10)Doña Elena Jiménez y Portillo.
   10.-  Doña Elena Jiménez y Portillo. Casó con (9)D. Francisco de Córdova y Abarca.
 11.-  D. Cándido Pozuelo y García (7 y 8). Hermano de la madre de Sor Cándida. Casó con (12)Doña Gregoria Martín y Romero. Fué padrino de Sor Cándida.
  12.-  Doña Gregoria Martín y Romero. Casó con (11)D. Cándido Pozuelo y García. Fué madrina de Sor Cándida.
    13.-  Doña Antonia Córdova y Jiménez (9 y 10). Casó con (14)D. Manuel Bermejo y Ramírez.
   14.-  D. Manuel Bermejo y Ramírez. Casó con (13)Doña Antonia Córdova y Jiménez.
   15.-  D. José María Córdova y Jiménez (9 y 10). Nació el 25 de Noviembre 1811. Casó con (16)Doña Petra Caminero y Palacios.
   16.- Doña Petra Caminero y Palacios. Casó con (15)D. José María Córdova y Jiménez.
   17.-  Doña Vicenta Córdova y Jiménez (9 y 10). Casó con (18)D. Pedro Merlo y Merlo.
   18.-  D. Pedro Merlo y Merlo. Casó con (17)Doña Vicenta Córdova y Jiménez.
    19.-  D. Francisco Mercedes Córdova y Jiménez. (9 y 10).
     20.-  Doña Petra Córdova y Jiménez (9 y 10). Casó con (21)D. Juan Belmonte y Fuentes.
                                                              (continuará)

                  
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                                                               Oración 
  
                                      ¡Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo!
                         que de tantas maneras has manifestado tu Omnipotencia
                         y Misericordia en favor de los hombres: escucha mis ruegos
                         en la necesidad que ahora siento y por los méritos e intercesión
                         de la V.M. Cándida de San Agustín, concededme la gracia que 
                          pido si ha de ser para tu mayor gloria y bien de mi alma. Amén
                           
                                                        (Hágase la petición y récense tres Gloria Patri)

                       Rogamos nos comuniquen las gracias recibidas por intercesión de la
                                                          Sierva de Dios Madre Cándida de San Agustín. 
                                                       Pueden dirigirse a: MONASTERIO DE SAN DIEGO,
                                                                    MM. AGUSTINAS,  c/ Convento, 1
                                                                                13300 Valdepeñas 
                                                                           (Ciudad Real) ESPAÑA
                                                                                Tel.  926 32 21 05

                    Quienes deseen ayudar, con sus limosnas, a la causa de canonización de la Sierva de Dios, y a los gastos de edición de libros, estampas y reliquias, para dar a conocer su vida y propagar su devoción, pueden enviar sus donativos a nuestro Monasterio, por giro postal o por transferencia Bancaria a la cuenta corriente número:

                                             POPULAR   IBAN  ES12 / 0075 / 0556 / 52 / 0700777973 
                                                                                               

  


               

SOR MARÍA CÁNDIDA DE SAN AGUSTÍN "LA PERLA DE VALDEPEÑAS"

sábado, 15 de febrero de 2014
EN  EL DÍA EN QUE SE CUMPLEN 210  AÑOS DEL NACIMIENTO DE LA SIERVA DE DIOS SOR Mª CÁNDIDA DE SAN AGUSTÍN, A MODO DE HOMENAJE, DOY COMIENZO  A LA PUBLICACIÓN DE  FRAGMENTOS DEL PERIÓDICO MENSUAL QUE, PARA DAR A CONOCER 
   LA VIDA Y GRACIAS EXTRAORDINARIAS DE LA SIERVA DE DIOS,  
SE PUBLICÓ EN LOS  AÑOS 1931- 1935,  
  BAJO LA DIRECCIÓN DEL BEATO P. JOSÉ AGUSTÍN FARIÑA, O.S.A.

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Núm. 1.                                                             ENERO                                                           1931. ________________________________________________________________________________              
     
                                             NUESTRO  SALUDO

Primer número del periódico "La Perla de Valdepeñas"
           Valdepeñeros, Españoles, Americanos, cuantos habláis la lengua de Castilla; aquí van estas breves páginas a contaros las maravillas de Dios obradas en una de sus almas predilectas, y las no menos admirables obradas por el ministerio de ella en otras almas y en muchos cuerpos.

           La Madre Cándida de San Agustín es una gloria de la Iglesia, de la Orden Agustiniana, de España y de su querida Valdepeñas. Su nombre volará por el mundo y resonará el de su patria chica más popular por haber sido cuna de tan admirable mujer, que por el delicioso licor de sus vides.
       
           Y nada más, que todo sobra en empezando la historia de esta alma y las maravillas de este ángel de la Divina Providencia.

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                                             <<<     P R O T E S T A   >>>


        La Vida de la Sierva de Dios, Sor María Cándida de San Agustín, de la que sacaremos cuantos datos relativos a la ilustre agustina valdepeñera relataremos en esta hojita, está impresa y publicada por el hoy Rdmo. P. General de la Orden Agustiniana, Fr. Eustasio Esteban, con todas las licencias eclesiásticas. Las fuentes de que se han tomado estas relaciones y que enumera el autor en el Prólogo, son de testigos fidedignos, conocedores y amigos de la M. Cándida, y dignos de toda fe; pero como aquí se relatan muchas obras maravillosas y milagrosas, y se da a la Madre Cándida títulos que sólo cuadran a los siervos de Dios ya elevados a los altares, protestamos de una vez por todas que, ni en los calificativos de santidad, ni en el comentario de las virtudes heroicas de esta Sierva de Dios, ni en los sucesos milagrosos que refiramos, intentamos prevenir el juicio de la Santa Iglesia, ni pedimos, hasta que Ella examine la Causa y dé su fallo, que se dé a dichos relatos otra fe que la meramente humana que merecen los que los refieren.

                                                                         _____________




                      DE LOS NIÑOS ES EL REINO DE LOS CIELOS


        Estas palabras son del Divino Maestro, de la Verdad infalible: "Dejad que los niños se acerquen a mí; no se lo prohibáis, porque de ellos es el reino de los cielos".

            Y tan exclusivamente de ellos es el reino de los cielos, que para entrar en él no hay más remedio que hacerse niños: "Si no os hiciereis como niños, no entraréis en el reino de los cielos".

          El pensamiento está prefectamente precisado por la Verdad: "Hacerse como niños"; es decir, no volver a la edad de la infancia, lo cual es imposible, sino revestirnos de las virtudes que caracterizan la infancia: ser como niños.

           En estas palabras recomienda el Señor la humildad, la sencillez. El niño tiene conciencia de su poquedad, de su impotencia, y en todo se hace dependiente de su padre, de su madre, de aquellos a cuya solicitud está confiado; y antes que haya entrado la malicia en su corazón, no sabe desconfiar e ignora las artes del disimulo.

      A esta humilde sencillez invita Jesús a sus discípulos, exigiéndola como condición indispensable para la salvación  del alma, haciéndonos llegar a la convicción de que en el orden sobrenatural la vida de nuestra alma está incomparablemente en mayor dependencia de la gracia divina, que un infante de cuna de su madre. Conocida nuestra impotencia, queda sanada toda presunción; y abandonada el alma al gobierno de la gracia, descansa segura en los brazos del Padre de los Cielos, de la Divina Madre, de su hermano mayor Jesús; se ha hecho niña; nada confía en sí; todo lo espera de Dios.

            A esta confianza sigue el ejercicio de la humildad con el prójimo, y como la humildad es "la verdad", según Santa Teresa, el alma hecha como niña aborrece todo doblez, toda mentira, toda disimulación culpable.

      Estos caracteres de la infancia espiritual adquieren gran realce en algunas almas privilegiadas.  Entre  ellas  es  difícil  llegar a mayor grado de sabia simplicidad que el de la  M. Cándida de San Agustín.

            ¡Qué bien acertaron al ponerle el nombre de Cándida! Toda su vida fué un reflejo del candor de su inocencia. La Eterna Sabiduría que "juega con los orbes" y "tiene sus delicias en el trato con los sencillos", profesa tan grande amor a esa "verdad" de la santa simplicidad, que abate su majestad hasta usar con esas almas queridas de tales familiaridades, que hacen escandalizar a los sabiazos y prudentísimos soberbios del mundo, hacen fruncir el ceño dudosos y desconfiados a muchos cristianos doctos poco sabedores de las finezas que usa con las almas sencillas nuestro Dios, que se hizo niño, lloró y rió como un niño, jugó como un niño y en brazos de cualquiera que complaciese a su Corazón hubiera hecho y haría los semblantes, fiestas y jolgorios que hacen los niños. ¡Y era Dios! ¡Nuestro Dios! ¡El mismo que hoy hace fiestas y juguetea con sus almas queridas!

              No perdamos de vista estos pensamientos al entrar en el relato de las gracias otorgadas por el Señor a la sencillísima y candorosa Sor María Cándida de San Agustín.

                                                                            _________________
         
                   
                                  Espigando en la Vida de la Madre Cándida


        Nacimiento y Bautizo.- En la casa número 6 de la calle Córdova (nombre que tomó de la familia de nuestra santa), en Valdepeñas, Provincia de Ciudad Real en España, nació el 15 de Febrero de 1804 una niña, hija de Juan Félix Córdova y Abarca y Telesfora Pozuelo y García, de familia distinguida y posición social desahogada.



        Fué bautizada en la parroquia de la Asunción el 17 de Febrero, y al recibir el agua regeneradora, gritó tres veces con espanto de los asistentes, diciendo: "¡Viva Jesús, viva Jesús, viva Jesús!" Poco tiempo después, hablándose en su presencia de la Sm. Virgen, dijo la niña con asombro de los asistentes: María fué sin pecado concebida.

         Siendo muy pequeña, se salía de la cuna o de la cama de sus padres y se ponía de rodillas a orar; y a los tres años se escondía en casa o salía al campo en busca de soledad y lugar de oración y para hacer penitencias.

           Por este tiempo empezó a aparecérsele y acompañarla San Felipe Neri a quien la niña llamaba El Abuelo.

             ¿Aprender Candidita a leer en cartilla? No señor; un buen día sin más preparación se cogió un libro y cátate aquí a la nena convertida en una lectora excelente, sin más colegio.

             ¡Oh cuántas eran sus ganas de comulgar; pero.... tenía cinco años y no se lo permitían! ¿Qué hacer? Llegarse al comulgatorio cuando estuviesen repartiendo el Pan de los ángeles, y pasando desapercibida del sacerdote, comulgar. ¿La llevarían los ángeles por dar este consuelo a Jesús? El caso es que así lo hizo, y ya quedó tan prendada de Jesús que nadie se atrevió a oponérsele a que comulgara todos los días, lo que siguió haciendo desde entonces.

            Ella no se paraba en barras. Un día el P. Lorenzo, Trinitario, halló a María Cándida subida sobre el altar y forcejeando por abrir el sagrario. -¿Qué haces ahí, niña?- Y ella muy serena respondió: "Estoy abriendo el sagrario para comulgar, porque hoy no he comulgado".

              ¿Las confesiones de Candidita? Eran una santa diversión para los confesores: -Padre, ¿amo mucho a Dios?  No había que insistir  más, porque ya había terminado. Anda, Candidita, vete allí a aquel confesor de enfrente. Y ya convenidos, allá iba con la misma pregunta; y éste la mandaba a otro, y todos se edificaban y decían que más aprendían de aquel ángel que lo que ellos la enseñaban.

              Con tal candor y con una docilidad tan grande a la gracia, ¿es extraño que Jesús obrase en ella y por ella tan grandes maravillas como contará esta historia? Porque Sor María Cándida de San Agustín, al dejar esta vida a los cincuenta y siete años de edad, era sencilla, tan santamente cándida como en la infancia. 

          
                                  
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                                                               Oración 
  
                                      ¡Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo!
                         que de tantas maneras has manifestado tu Omnipotencia
                         y Misericordia en favor de los hombres: escucha mis ruegos
                         en la necesidad que ahora siento y por los méritos e intercesión
                         de la V.M. Cándida de San Agustín, concededme la gracia que 
                          pido si ha de ser para tu mayor gloria y bien de mi alma. Amén
                           
                                                        (Hágase la petición y récense tres Gloria Patri)

                       Rogamos nos comuniquen las gracias recibidas por intercesión de la
                                                          Sierva de Dios Madre Cándida de San Agustín. 
                                                       Pueden dirigirse a: MONASTERIO DE SAN DIEGO,
                                                                    MM. AGUSTINAS,  c/ Convento, 1
                                                                                13300 Valdepeñas 
                                                                           (Ciudad Real) ESPAÑA
                                                                                Tel.  926 32 21 05

                    Quienes deseen ayudar, con sus limosnas, a la causa de canonización de la Sierva de Dios, y a los gastos de edición de libros, estampas y reliquias, para dar a conocer su vida y propagar su devoción, pueden enviar sus donativos a nuestro Monasterio, por giro postal o por transferencia Bancaria a la cuenta corriente número:

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