SOR MARÍA CÁNDIDA DE SAN AGUSTÍN "LA PERLA DE VALDEPEÑAS" 10, 3

miércoles, 31 de diciembre de 2014
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Núm. 10.                                                 OCTUBRE                                                         1931. ________________________________________________________________________________              

                            (Del periódico "La Perla de Valdepeñas" publicado entre los años 1931-1935)

                       
NUESTRO GRABADO

      Repasa, lector querido, el artículo publicado en el número de Mayo y titulado: La Madre Cándida de San Agustín gran española y madre del soldado español.
    
     Allí verás cómo la M. Cándida, al regresar de Africa, herida en la rodilla mientras asistía a los soldados españoles en el campo de batalla, pasó por Madrid y visitó a su amiga, Doña Juana Vizcaíno, a quien asistió, ya que su pariente, en cuya compañía vivía, D. Manuel Torres, se había ido al café dejándola sola sin acordarse de que a determinadas horas debía suministrar una medicina a la enferma. Todo lo suplió la milagrosa caridad de la M. Cándida, la que al siguiente día no dejó sin una cariñosa reprensión a su amigo Don Manuel, enviada en una carta que le escribió desde su convento de Toledo.

     Reflexione el lector que todos estos viajes a Africa y a Madrid, como a otras muchas partes, sirviendo de ángel de la Divina Providencia, los ejecutaba por bilocación, es decir; sin dejar su convento de Toledo y hallándose al mismo tiempo en las dos partes.

      ¿Ves ahora, lector querido, ese gran señor, embozado en su capa española a quien a la luz de un farol se le acerca en la calle una pobre mujer pidiéndole limosna? Pues es el mismísimo Don Manuel Torres que, después de cenar iba a reunirse con sus amigos en un café de Madrid que había junto a la iglesia de Santo Tomás. La noche era fría y Don Manuel iba embozado hasta los ojos. -Una limosna por amor de Dios.... oyó Don Manuel a su lado, y hubo un momento de lucha, muy humana y muy de tierra contra la caridad toda divina y celestial. ¡Tenía pereza de sacar del bolsillo la mano calentita y exponerla a la intemperie de la noche fría; pero al fin era caballero español y cristiano, y, sin saber cómo, se hizo esta reflexión: Si fuera para saludar a una señora bien que sacaría la mano, ¿y no lo voy a hacer para dar una limosna por amor de Dios? Y decididamente echó mano al bolsillo y dió la limosna que se le pedía. -"Dios se lo pague, hijo mío"- dijo la mujer, pero con tal acento y sentido que, impresionado Don Manuel se volvió para mirarla, pero.... ya había desaparecido: por más que escudriñó no pudo verla por lado alguno. Con esto cambió de idea y se volvió a su casa y contó a Da. Juana Vizcaíno lo sucedido: Al día siguiente llegó el periódico y lo primero que leyó fué el incendio de la iglesia de Santo Tomás y de parte del café que estaba a su lado. Dando gracias a Dios estaba aún al medio día cuando doña Juana recibió una carta de la Madre Cándida, que le escribía desde su convento de Toledo y que decía: "Dile a Manolito que le dé gracias al Señor por haberle cortado ir al café aquella noche y que la limosnita que me dió se la tuvo  el Señor muy en cuenta.

     Nuestro grabado representa este episodio.

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     Arbol Genealógico de Sor Cándida
                                                                        por D. Eusebio Vasco

     176.-  D. Justo Villar y Piña (75 y 76).
     177.-  D. José Villar y Piña (75 y 76).
     178.-  D. Manuel Villar y Piña (75 y 76).
     179.-  Doña Elisa Villar y Piña (75 y 76).
     180.-  D. Enrique Villar y Piña (75 y 76).
     181.-  Doña María Villar y Piña (75 y 76).
     182.-  Doña Amelia Villar y Piña (75 y 76).
     183.-  D. José Mulleras y Villar (81 y 82).
     184.-  Doña Matilde Mulleras y Villar (81 y 82). Casó con (185) D. Melquiades Gómez y Cueva.
   185.- D. Melquiades Gómez y Cueva. Casó con (184) Doña Matilde Mulleras y Villar.
     186.-  Doña Pilar Bermejo y Fernández (104 y 106).
     187.-  Doña Josefa Bermejo y Fernández (104 y 106).
     188.-  Doña María Bermejo y Troncoso (104 y 105).
     189.-  Doña Carmen Bermejo y Troncoso (104 y 105).
     190.-  D. Francisco Bermejo y Troncoso (104 y 105).
     191.-  Doña Manuela Bermejo y Troncoso (104 y 105).
     192.-  D. Eduardo Pinilla Bermejo (84 y 85).
     193.-  Doña María del Sagrario Pinilla y Bermejo (84 y 85).
     194.-  D. Ricardo Pinilla y Bermejo (84 y 85).
     195.-  Doña Consuelo Torrijos y Bermejo (107 y 109).
     196.-  Doña Amparo Pérez y Bermejo (107 y 108).
     197.-  D. Emiliano Pérez y Bermejo (107 y 108).
     198.-  D. Enrique Pérez y Bermejo (107 y 108).
     199.-  D. Manuel Bermejo y Francés (86 y 87).
     200.-  D. Gabriel Bermejo y Francés (86 y 87).
     201.-  D. Edelmiro Bermejo y Francés (86 y 87).




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                                                               Oración 
  
                                      ¡Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo!
                         que de tantas maneras has manifestado tu Omnipotencia
                         y Misericordia en favor de los hombres: escucha mis ruegos
                         en la necesidad que ahora siento y por los méritos e intercesión
                         de la V.M. Cándida de San Agustín, concededme la gracia que 
                          pido si ha de ser para tu mayor gloria y bien de mi alma. Amén
                           
                                                        (Hágase la petición y récense tres Gloria Patri)

                       Rogamos nos comuniquen las gracias recibidas por intercesión de la
                                                          Sierva de Dios Madre Cándida de San Agustín. 
                                                       Pueden dirigirse a: MONASTERIO DE SAN DIEGO,
                                                                    MM. AGUSTINAS,  c/ Convento, 1
                                                                                13300 Valdepeñas 
                                                                           (Ciudad Real) ESPAÑA
                                                                                Tel.  926 32 21 05

                    Quienes deseen ayudar, con sus limosnas, a la causa de canonización de la Sierva de Dios, y a los gastos de edición de libros, estampas y reliquias, para dar a conocer su vida y propagar su devoción, pueden enviar sus donativos a nuestro Monasterio, por giro postal o por transferencia Bancaria a la cuenta corriente número:

                                             POPULAR   IBAN  ES12 / 0075 / 0556 / 52 / 0700777973 
                                                                    

SOR MARÍA CÁNDIDA DE SAN AGUSTÍN "LA PERLA DE VALDEPEÑAS" 10, 2

viernes, 19 de diciembre de 2014
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Núm. 10.                                                 OCTUBRE                                                         1931. ________________________________________________________________________________              

                            (Del periódico "La Perla de Valdepeñas" publicado entre los años 1931-1935)

                          
                           A  nuestros  agentes
              
    LA   PERLA   DE   VALDEPEÑAS  se parece a esos arroyitos que nacen en la espesura y se deslizan silenciosos entre riberas bordadas de bosquecillos y de prados, y que por acá les sale al paso otro hilito de agua y se zambulle juguetón en su corriente,  y por allá otro arroyuelo se le asocia cariñoso para engrosar mutuamente sus caudales y ensanchar su cauce y con ello la eficacia de su acción.

     Nuestro periodiquito es humilde y sencillo, pero día a día va ensanchando su cauce gracias a esos arroyuelos que de acá de allá vienen a aumentar sus cauces. Porque LA PERLA DE VALDEPEÑAS cuenta cada día con más Agentes, que despliegan un celo tal que si hubiera un alma así en cada pueblo de España pronto la invadiría nuestra hojita. Las Celadoras Valdepeñeras merecen todos los elogios, porque su labor es incesante y de toda la actividad que les permiten sus fuerzas. ¿Y qué decir de las tres Celedoras del pueblecito Moral de Calatrava, donde cuentan ya con doscientas suscripciones? Y acá y allá suspirando por las capillitas para la Visita Domiciliaria, que aun no nos atrevemos a implantar, esperando los acontecimientos de estos días. En Valdepeñas crece cada día más el entusiasmo por su admirable paisana, gloria no solo de su patria chica, sino de toda España. "Aquí, -nos escribe la M. Priora,- edifica ver el entusiasmo y la gran animación que hay por la M. Cándida. Su sepulcro parece un jubileo, visitándolo gente y echando limosnas para su Proceso, y a lo mejor se ven un par de velas luciendo en el altarcito del comulgatorio, puestas, frente al sepulcro de la Sierva de Dios, al Santo Niño del Consuelo, cuyo cuadro (ya que el original sigue aun en poder del escultor) está allí. En un mes nos han arrebatado de las manos, como quien dice, cien fotografías grandes (18 x 24) de la M. Cándida y del Niño del Consuelo, aparte de las muchas medallas y otras estampas...
    LA PERLA bendice al Señor, que así se glorifica en su Sierva, y da las gracias más sinceras y profundas a esas almas todo celo y piedad que así se afanan por dar a conocer a cuantos pueden este prodigio de la divina gracia.


                                 ¿Y la hornacina y grupo escultórico?


          Cuando esto escribimos se ventila en las Cortes el problema religioso de España. Confiamos en que se le dará una solución favorable a los intereses  de la Iglesia, lo que equivale a decir, a los intereses de España. De todos modos es una medida de elemental prudencia el esperar "unos días". Es posible que para el próximo número podamos anunciar que la hornacina, o está ya colocada a la pública admiración en el convento de Agustinas de Valdepeñas, o se está armando o va camino de allá. Mientras tanto, esperemos y oremos, que cuanto más se hace de desear, mayor será nuestra satisfacción y consuelo al contemplarla. 


Foto de la hornacina. Los acontecimientos históricos no permitieron que los valdepeñeros la pudiesen contemplar en el lugar que se había elegido para su veneración. 

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    Las monjas Agustinas de Valdepeñas, hijas de la Madre Cándida, oyen todos los meses una misa y ofrecen una comunión por las intenciones de los devotos que se encomiendan al Niño del Consuelo, por medio de su Sierva, y en acción de gracias por los beneficios que reciben; y otra misa y comunión por los favorecedores de LA PERLA DE VALDEPEÑAS. A estos fines destinan los días 15 y 24 de cada mes: el primero en memoria del nacimiento de la Madre Cándida; el segundo en recuerdo de la fecha en que sus restos llegaron a Valdepeñas trasladados desde Toledo.

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                                                               Oración 
  
                                      ¡Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo!
                         que de tantas maneras has manifestado tu Omnipotencia
                         y Misericordia en favor de los hombres: escucha mis ruegos
                         en la necesidad que ahora siento y por los méritos e intercesión
                         de la V.M. Cándida de San Agustín, concededme la gracia que 
                          pido si ha de ser para tu mayor gloria y bien de mi alma. Amén
                           
                                                        (Hágase la petición y récense tres Gloria Patri)

                       Rogamos nos comuniquen las gracias recibidas por intercesión de la
                                                          Sierva de Dios Madre Cándida de San Agustín. 
                                                       Pueden dirigirse a: MONASTERIO DE SAN DIEGO,
                                                                    MM. AGUSTINAS,  c/ Convento, 1
                                                                                13300 Valdepeñas 
                                                                           (Ciudad Real) ESPAÑA
                                                                                Tel.  926 32 21 05

                    Quienes deseen ayudar, con sus limosnas, a la causa de canonización de la Sierva de Dios, y a los gastos de edición de libros, estampas y reliquias, para dar a conocer su vida y propagar su devoción, pueden enviar sus donativos a nuestro Monasterio, por giro postal o por transferencia Bancaria a la cuenta corriente número:

                                             POPULAR   IBAN  ES12 / 0075 / 0556 / 52 / 0700777973 
                                                                    

SOR MARÍA CÁNDIDA DE SAN AGUSTÍN "LA PERLA DE VALDEPEÑAS" 10, 1

domingo, 14 de diciembre de 2014
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Núm. 10.                                                 OCTUBRE                                                         1931. ________________________________________________________________________________              

                            (Del periódico "La Perla de Valdepeñas" publicado entre los años 1931-1935)


                        El  Angel  de  la  Guarda
  
         ¡Qué misterio más consolador el de los Santos Angeles de la Guarda!
       Junto a mí tengo un Angel designado por Dios para gobernar y proteger mi vida, y desde que entro en ella hasta que expiro, ni un solo instante se aparta de mi lado, ni parece tiene otra cosa que hacer que cuidar de mí.

        ¿Qué madre, por amante que sea, hay tan solícita y amorosa?

       Vivimos entre Angeles,  y si como tenemos ojos de carne para ver a los hombres, nos fuese dado contemplar con ellos a los Angeles, veríamos la tierra convertida en un Cielo poblado de espíritus bienaventurados. Si hablo con un hombre, junto a mí hay un Angel y junto a él hay otro Angel; en una escuela de cien niños hay cien Angeles con ellos; en un templo lleno, en una reunión de cien mil personas hay cien mil Angeles de Guarda; en un ejército de millones, millones de Angeles...

     Seamos buenos, seamos malos, ni falta la divina y paternal Providencia en nuestra custodia, ni los santos Angeles a nuestro lado ejerciendo su ministerio.




  Ellos ruegan sin cesar por nosotros; a su lado somos siempre niños, necesitados de sus maternales solicitudes; ellos llevan al Cielo nuestras oraciones y sacrificios, descienden del cielo con lluvias de gracias; nos inspiran el bien, nos preservan del mal, nos defienden de los enemigos invisibles, nos levantan en nuestras caídas, se interesan más que nadie por nuestra felicidad temporal y eterna, nos alientan en medio del cansancio de la vida del espíritu, velan cuando nosotros dormimos, y luchan con nosotros contra las potestades infernales en nuestro último combate hasta alcanzar la victoria eterna.


     Ni siquiera a los desgraciados réprobos abandonan hasta el momento decisivo de su voluntaria perdición. Entonces, adorando los secretos inexcrutables de la majestad divina, dicen: "He cumplido con mi deber", y empiezan el nuevo ministerio que les confía la Divina Providencia.

     Si avivásemos la fe en los Santos Angeles Custodios, nuestra vida se deslizaría llena de felicidad. ¿Hay consuelo para una madre como el de saber que junto a su pequeño querido hay un Angel de Dios que le ama más que ella, que cuida de él, que vela junto a su cuna, mientras ella descansa...? ¿Hay consuelo como ir por las calles  en compañia de nuestro invisible compañero, entrar con él en el templo, llegarnos con él al tribunal de la penitencia quedando como en guardia orando por nuestras buenas disposiciones mientras confesamos nuestras culpas y recibimos la absolución sacramental; ir como de su brazo a la Mesa Eucarística, con él orar, y en su presencia y compañía ejecutar todas las actividades de nuestra vida?

       Avivemos la fe y veremos el mundo poblado de espíritus celestiales: Angeles Custodios, Angeles gobernadores del mundo; Angeles de las naciones, de los pueblos, de las casas, de los campos, de los elementos... Dios quiere glorificar a sus criaturas asociándolas a El en el gobierno del mundo. ¿Hay dignidad mayor? ¿Hay consuelo semejante? Vivamos vida de fe y viviremos en el Cielo.

 


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                                                               Oración 
  
                                      ¡Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo!
                         que de tantas maneras has manifestado tu Omnipotencia
                         y Misericordia en favor de los hombres: escucha mis ruegos
                         en la necesidad que ahora siento y por los méritos e intercesión
                         de la V.M. Cándida de San Agustín, concededme la gracia que 
                          pido si ha de ser para tu mayor gloria y bien de mi alma. Amén
                           
                                                        (Hágase la petición y récense tres Gloria Patri)

                       Rogamos nos comuniquen las gracias recibidas por intercesión de la
                                                          Sierva de Dios Madre Cándida de San Agustín. 
                                                       Pueden dirigirse a: MONASTERIO DE SAN DIEGO,
                                                                    MM. AGUSTINAS,  c/ Convento, 1
                                                                                13300 Valdepeñas 
                                                                           (Ciudad Real) ESPAÑA
                                                                                Tel.  926 32 21 05

                    Quienes deseen ayudar, con sus limosnas, a la causa de canonización de la Sierva de Dios, y a los gastos de edición de libros, estampas y reliquias, para dar a conocer su vida y propagar su devoción, pueden enviar sus donativos a nuestro Monasterio, por giro postal o por transferencia Bancaria a la cuenta corriente número:

                                             POPULAR   IBAN  ES12 / 0075 / 0556 / 52 / 0700777973