SOR MARÍA CÁNDIDA DE SAN AGUSTÍN "LA PERLA DE VALDEPEÑAS" 3 - 2

miércoles, 23 de abril de 2014
                       Espigando en la vida de la Madre Cándida

                            (Del periódico "La Perla de Valdepeñas" publicado entre los años 1931-1935)


      Crecía en edad y gracia delante de Dios y de los hombres.- Estas palabras que el Evangelio aplica a Jesús niño y joven, se pueden aplicar proporcionalmente a la Sierva de Dios Sor María Cándida de San Agustín.
   A medida que se desarrollaba su cuerpo, y con él las gracias naturales de talento y belleza que el Señor le concediera se desenvolvían en ella, de un modo más maravilloso aun, las fuerzas y gracias del espíritu, que, como la del cuerpo, también la vida del alma tiene su principio, su progreso y su perfección. Las virtudes iban manifestándose en ella más sólidas y pujantes: su fe profunda,  su confianza firmísima, su amor a Dios y al prójimo intensos y prácticos; su prudencia tanto más admirable cuanto que se juntaba con una candorosidad infantil; su fortaleza asombrosa por la constancia en el bien comenzado y por su valor para las obras arduas de trabajo y de penitencia, y así de las demás virtudes.
    Pero no solamente estos dones, esenciales de la santidad, sino también aquellas gracias llamadas gratis datas, que son independientes de la misma, aunque auxiliares para aumentarla, pruebas y reflejos de ella y destinadas al bien de otros, se iban manifestando de modo admirable.


María Cándida predice la muerte de Riego

     Su valor para salir a la defensa de los intereses de Jesucristo era más que varonil; nada la arredraba tratándose de dar la cara por su amado Jesús. Durante la guerra civil de 1820 a 1823 vió a Riego en Valdepeñas que desde un balcón del Ayuntamiento arengaba a las multitudes hablando impíamente de la Religión. Cándida ni temió a Riego ni a los revoltosos; se encaró valientemente con él, contradijo sus razones, reprochó su campaña, reprendió su impiedad y la de los suyos. Este acto de valentía le costó ir a la cárcel y por poco no le cuesta también la vida. Varios de sus parientes eran secuaces del cabecilla revolucionario a los cuales dijo un día María Cándida; -"Riego tiene que morir ahorcado".- ¿"Cómo ahorcado? replicó uno de los presentes, que era militar.- "Y tú, le dijo la joven encarándose con él, tendrás que acompañarle cuando le lleven a la horca." Y así sucedió, porque cuando le llevaron a ahorcar, en el camino se puso enfermo el oficial que mandaba el piquete, y tuvo que sustituirle el siguiente, que no era otro que el pariente militar que había objetado a María Cándida.

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                                                      Acciones  de  gracias

   La Solana.- Rda. Madre: Escrita mi anterior, me dice una Hermanita de la Comunidad de este Asilo de Ancianos Desamparados que también ella tiene favores de nuestra M. Cándida, que vale mucho, pero mucho; no se lo pueden VV. imaginar. Ahí van.- El 17 de noviembre de 1928 nació una niña que, según precedentes y el estado de su madre, tenía que nacer muerta. Recomendaron a la madre que fuera a Madrid para hallar allí médicos para su trance, y ella se resistió. Entonces esta Hermanita dijo a la familia que se encomendasen a la M. Cándida, y les dió una estampa de ella. La niña nació bien y hasta el médico quedó asombrado. La agraciada se llamaba Gregoria Reguillo, que ha muerto hace poco.
    * El 16 de Marzo de 1929 una señora, cuñada de la nuera de la anterior, hacía ocho meses que estaba postrada en cama inutilizada por completo y deshauciada de los médicos. Ese día se puso al cuello una bolsita con una estampa de la Madre Cándida y a los diez minutos justos, fíjese V., ¡a los diez minutos! notó que podía moverse sola, y diciendo ¡milagro, milagro! se levantó y se vistió ella sola.
    * El 10 de Diciembre de 1929 esta Hermanita antes citada mandó una estampa de la M. Cándida para un enfermo de pulmonía que según el dictamen de los médicos no saldría de la enfermedad. Le aplicaron la estampa en la noche del día 10, y al visitarlo el médico por la mañana dijo que se había verificado un cambio completo, y efectivamente, siguió el restablecimiento y curó, habiendo quedado la familia muy devota y agradecida de la M. Cándida.
 * Estando una Hermanita de esta Comunidad, con bronconeumonía y perdida toda esperanza les di una estampa para que se la pusieran, y el mismo día empezó a mejorar. En aplicándose la estampa a un oído que tenía enfermo, empezó a despedir pus y se inició su mejoría.
  
   Escorial.- Doña Bienvenida Sánchez, esposa del capitán Caballero, hallándose próxima a dar a luz se encontraba bajo una profunda depresión y miedo como nunca había tenido en otros alumbramientos, presagiando algo funesto en el presente trance. Su confesor, el Padre Director de este periódico, la animó a encomendarse a la M. Cándida, dándole una estampa de la misma, y tres días después daba a luz con la mayor felicidad, por lo que agradecida envió 5 pesetas para el grupo escultórico de la Madre Cándida.
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                             Arbol Genealógico de Sor Cándida
                                             por D. Eusebio Vasco

    31.-  D. Deogracias Crespo. Casó con (30) Doña Josefa Bermejo y Córdova.
  32.- D. Miguel Donado Mazarrón. Casó con (30) Doña Josefa Bermejo y Córdova.
    33.-  Doña Petra Bermejo y Códova. (13 y 14). Casó con (34) D. José María Partearroyo.
   34.- D. José María Partearroyo. Casó en terceras nupcias con (33) Doña Petra Bermejo y Córdova.
    35.- Doña Dolores Bermejo y Córdova (13 y 14). Casó con (36) D. Francisco Muñoz Caravantes.
  36.- D. Francisco Muñoz Caravantes. Casó con (35) Doña Dolores Bermejo y Córdova.
    37.- D. Eduardo Bermejo y Córdova. (13 y 14). Casó con (38) Doña María Antonia Terán y Sotomayor.
    38.- Doña María Antonia Terán y Sotomayor. Casó con (37) D. Eduardo Bermejo y Córdova.
    39.- Doña Elena Bermejo y Córdova (13 y 14). Casó con (40) D. Carlos Merlo y Merlo. Falleció el 12 de Febrero de 1908.
  40.- D. Carlos Merlo y Merlo. Casó con (39) Doña Elena Bermejo y Córdova.
  41.- D. Manuel Bermejo y Córdova (13 y 14). Presbítero. Párroco de Villamanrique.
   42.- D. Francisco Córdova y Caminero (15 y 16).
   43.- D. Gonzalo Córdova y Caminero (15 y 16).
   44.- D. Enrique Córdova y Caminero (15 y 16).
   45.- Doña Matilde Córdova y Caminero (15 y 16). Casó con (46) D. Diego López y Marín.

 

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                                                               Oración 
  
                                      ¡Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo!
                         que de tantas maneras has manifestado tu Omnipotencia
                         y Misericordia en favor de los hombres: escucha mis ruegos
                         en la necesidad que ahora siento y por los méritos e intercesión
                         de la V.M. Cándida de San Agustín, concededme la gracia que 
                          pido si ha de ser para tu mayor gloria y bien de mi alma. Amén
                           
                                                        (Hágase la petición y récense tres Gloria Patri)

                       Rogamos nos comuniquen las gracias recibidas por intercesión de la
                                                          Sierva de Dios Madre Cándida de San Agustín. 
                                                       Pueden dirigirse a: MONASTERIO DE SAN DIEGO,
                                                                    MM. AGUSTINAS,  c/ Convento, 1
                                                                                13300 Valdepeñas 
                                                                           (Ciudad Real) ESPAÑA
                                                                                Tel.  926 32 21 05

                    Quienes deseen ayudar, con sus limosnas, a la causa de canonización de la Sierva de Dios, y a los gastos de edición de libros, estampas y reliquias, para dar a conocer su vida y propagar su devoción, pueden enviar sus donativos a nuestro Monasterio, por giro postal o por transferencia Bancaria a la cuenta corriente número:

                                             POPULAR   IBAN  ES12 / 0075 / 0556 / 52 / 0700777973 
                                                                    

SOR MARÍA CÁNDIDA DE SAN AGUSTÍN "LA PERLA DE VALDEPEÑAS" 3 - 1

jueves, 3 de abril de 2014
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Núm. 3.                                                        MARZO                                                         1931. ________________________________________________________________________________                          

                     ¡ V I E N T O    E N    P O P A !

     - Que sí, lo quiere Dios, lector querido. 
     - ¿Y qué es eso que quiere Dios?
    - Que la M. Cándida sea conocida y amada por el mundo entero. Y si no ¿cómo explicar el entusiasmo que en todas partes va despertando La Perla de Valdepeñas y el santo Niño Jesús del Consuelo, con el relato de la historia de ambos? Habíamos dicho nombrar comisiones de Agentes en Valdepeñas; no ha habido necesidad; ellas mismas, almas devotas y de espíritu apostólico han ido a ofrecerse, a solicitar el honor de hacer algo por la M. Cándida, y que les permitieran buscar suscripciones para La Perla, a proponer la formación de coros de treinta y más con su celadora a la cabeza para extender La Perla y servirla a domicilio.
     Es una joven esposa, madre de tres niños que va a pedir en un día quince números correspondientes a quince suscripciones, y vuelve al cabo de poco rato a pedir ochenta más, y de nuevo por la tarde en demanda de otros quince. ¡Ciento veinte en un día! No sé aún el nombre de esa "horoína", pero bien se merece una mención honrosa en este lugar. ¡Oh si tuviera muchas imitadoras de su piedad activa!
    O son las misioneritas del Convento de Agustinas de Durango, que a la primera insinuación nuestra en pocos minutos reúnen setenta suscripciones, con intención de seguir trabajando, pues aquello era sólo "principiar". O son la Agustinas Terciarias de Logroño, que como respuesta a nuestra invitación envían a vuelta de correo, y "por ahora" treinta suscripciones... Y estamos empezando.
      Animo, queridos lectores, a no desmayar; a llevar el trabajo hasta el fin, a agotar todos los recursos para propagar esta hojita, que con ella propagáis la buena lectura, la fama de una gran gloria de la Iglesia y de España, la sólida piedad, un ejemplo edificante de virtud y una enseñanza preciosísima del amoroso cuidado que la Divina Providencia tiene con nosotros.

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                                              Fama de santidad

    Para poder intentar dar principio y llevar a cabo la beatificación y canonización de alguien, lo primero que se requiere es que, en vida y después de muerto, haya gozado de fama de Santidad.
       ¿En qué consiste la fama de Santidad? ¿Ha gozado de ella la M. Cándida de San Agustín? Vamos a examinarlo.
      Fama de santidad es la opinión común que se tiene de una persona a quien por su vida y virtudes se la califica de santa.
       Esta fama de santidad, según el canon 2050 del Código Canónico, debe ser "espontánea, no formada con arte y diligencia humana, nacida de personas graves y honestas, continua, creciente de día en día y persistente hasta hoy en la mayor parte del pueblo".
         Que la Madre Cándida de San Agustín gozó de esta fama de santidad durante su vida aparece evidentemente en la relación de su historia. En ella aparecen toda clase de personas aclamándola por santa: el pueblo, que la invoca en sus necesidades, y ya en Alcalá, ya en Toledo, ya en Valdepeñas proclama sus virtudes, ensalza sus milagros, según ellos los califican, acuden a ella, ya personalmente, ya por cartas con gran confianza de verse remediados por la bondad divina implorada por la intercesión de aquella religiosa tan querida del Señor, y experimentan de modo admirable la protección de la Santa, según la llamaban en lenguaje vulgar. Gente noble, unos conocidos de la Madre, otros llevados por la fama que de ella divulgaba tanta maravillas, otros finalmente, por voces e inspiraciones interiores, acudían, ya a demandar el recurso de sus oraciones, ya a ofrecerle espontáneamente grandes cantidades para la realización de su proyectada fundación en Valdepeñas. Entre los admiradores y pregoneros de la santidad de la Madre Cándida se encuentran numerosos sacerdotes, dignos por su ciencia y su piedad de ser tenidos en consideración para formar juicio de esta Sierva de Dios. Así pues, es evidente la fama de santidad de que gozó en vida.
 La niña María Cándida, en el momento de ser bautizada, grita tres veces con asombro
de los presentes: ¡Viva Jesús!

     Esa fama, lejos de extinguirse, se ha mantenido viva y creciente en Valdepeñas, ya en el convento de su fundación, ya en el pueblo. Jamás ha cesado de invocarla; a su sepulcro acude mucha gente, ya de la población, ya de otras regiones, y llevan como signos de gratitud y reverencia velas, que no encienden ante el sepulcro, porque sería un signo de culto que está prohibido mientras no sea beatificada; pero que, para satisfacer la devoción de los fieles, se encienden al Santo Niño del Consuelo.
        Las gracias recibidas son muchas.
        A la portería del convento de Agustinas no han cesado de acudir en el curso de los años numerosos devotos, unos pidiendo estampas de la Sierva de Dios, otros suplicando se les prestase la correa que ella usó en vida u otro objeto de los que le pertenecieron, para aplicarlo a algún enfermo o alguna esposa próxima a ser madre; otros a relatar de palabra o llevar  por escrito gracias recibidas... Todo lo cual prueba que, no solamente dentro del recinto del convento, sino también en el ambiente popular de Valdepeñas ha gozado y sigue gozando la Madre Cándida de la fama de santidad.
       No está de más este artículo y demostración, por si alguien le pareciere que se intenta "formar con arte y diligencia humana" la fama de santidad de esta Sierva de Dios particularmente con La Perla de Valdepeñas. Nuestro periódiquito intenta mantener viva esa fama y divulgarla en las partes en que no es conocida la M. Cándida; pero si esa fama no existiera ya; si por ella no se hubieran hecho lo Procesos informativos en la Diócesis de Ciudad Real, Madrid-Alcalá y Toledo; si el actual Rdmo. P. General de la Orden Agustina no hubiera publicado, siendo Postulador General, la Vida de la M. Cándida con los comprobantes de esa fama de santidad; entonces fuera temerario intentar crear una fama que no existía.
      En las vidas de algunos santos ha sucedido lo mismo. La fama de santidad de Teresita no sólo se vió reducida a los muros de su convento durante su vida, sino que aun dentro del convento pocas fueron las que penetraron en el misterio de aquella santidad tan sencilla y tan sublime. Después de su muerte nadie habló de ella hasta que la dió a conocer la publicación de su encantadora "Historia de un Alma"; poco a poco la lucecilla que se encerraba entre los muros del Carmelo de Liseux, fué convirtiéndose en esplendoroso luminar que ha invadido al mundo iluminándolo y alegrándolo. Esperamos que la fama de santidad de la M. Cándida, hasta hoy reducida a Valdepeñas y algo a Toledo, se esparza por el mundo y conquiste para el amor de esta gran Sierva de Dios muchos corazones. Este es el fin de La Perla de Vadepeñas.
       

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                                      ¡Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo!
                         que de tantas maneras has manifestado tu Omnipotencia
                         y Misericordia en favor de los hombres: escucha mis ruegos
                         en la necesidad que ahora siento y por los méritos e intercesión
                         de la V.M. Cándida de San Agustín, concededme la gracia que 
                          pido si ha de ser para tu mayor gloria y bien de mi alma. Amén
                           
                                                        (Hágase la petición y récense tres Gloria Patri)

                       Rogamos nos comuniquen las gracias recibidas por intercesión de la
                                                          Sierva de Dios Madre Cándida de San Agustín. 
                                                       Pueden dirigirse a: MONASTERIO DE SAN DIEGO,
                                                                    MM. AGUSTINAS,  c/ Convento, 1
                                                                                13300 Valdepeñas 
                                                                           (Ciudad Real) ESPAÑA
                                                                                Tel.  926 32 21 05

                    Quienes deseen ayudar, con sus limosnas, a la causa de canonización de la Sierva de Dios, y a los gastos de edición de libros, estampas y reliquias, para dar a conocer su vida y propagar su devoción, pueden enviar sus donativos a nuestro Monasterio, por giro postal o por transferencia Bancaria a la cuenta corriente número:

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