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Núm. 7. JULIO 1931. __________________________________________________________________________________
(Del periódico "La Perla de Valdepeñas" publicado entre los años 1931-1935)
Acciones de gracias
Rvdo. Padre: Las gracias que está haciendo nuestra querida Madre Cándida en Valdepeñas son innumerables. Aquí hay mucho entusiasmo, y hombres que no están mucho por la religión la invocan y alcanzan de ella lo que le piden. Hace poco un jornalero se hallaba en medio del campo, y se le puso mala su borrica, y se le tendió con un dolor malo, y el animalito se moría; y el pobre en su aflicción se acordó de la Madre Cándida y la invocó en aquel trance, y al instante rigió el vientre del animalito y se puso bueno, y se pudo venir al pueblo. Esto fué en el mes de Abril. Con La Perla hay mucha animación para los tiempos que atravesamos, y un milagro rápido ha hecho en estos días con una enferma, que hemos dicho que la traigan por escrito. Hasta ahora la Madre Cándida nos ha defendido de todo mal, y por respeto a ella el pueblo y las autoridades nos han protegido y nos aseguran que nos seguirán protegiendo...
Yo, Carmen García y Osorio, residente en Valdepeñas en la calle Mediodía, nº8, encontrándome con el brazo derecho sin poderlo mover por un dolor agudo, y llorando porque no podía hacer nada, me dijeron que comprara la Vida de la Madre Cándida. Fuí a comprarla y conté a las religiosas lo que me pasaba, y me dieron una reliquia de la Madre, y me la puse, y me fuí al sepulcro de la Madre Cándida, y tan de veras le pedí que le ofrecí ir de rodillas tres veces desde la puerta del convento hasta su sepulcro, rezando un padrenuestro cada vez, y echarle una limosna, si me ponía buena, y desde entonces empecé a mejorar, y siguiendo la mejoría hoy ne encuentro perfectamente bien, y ya he cumplido mis promesas.
Yo, María Ramiro y García, demandadera de las Madres Agustinas, para gloria de Dios y confianza en la Madre Cándida, digo lo que ha pasado hoy 30 de Enero de 1931 con la correa de la M. Cándida. Vino un señor por la correa de la M. Cándida, y cuando salió del locutorio, lo acompañé hasta la puerta, y allí se llegó a él una señora muy apurada, que viendo que se llevaba la correa que ella venía a buscar, le dijo: Por Dios, señor, deme Ud. la correa que mi enferma está muy mala y la de Ud. tiene espera; en remediándose la mía queda a su disposición. Se la dió el dicho señor y se la aplicaron a la enferma encomendándose fervorosamente a la M. Cándida y ofreciéndole una limosna. Esto era a las 10 de la mañana, y antes de las 11 volvió con la correa y con la limosna, pues había salido la enferma felizmente del paso, habiendo dado a luz sin novedad dos niños, que están muy bien. Se llama la enferma Eulalia Sánchez y vive en la calle de la Virgen, 46.
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Oración
¡Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo!
que de tantas maneras has manifestado tu Omnipotencia
y Misericordia en favor de los hombres: escucha mis ruegos
en la necesidad que ahora siento y por los méritos e intercesión
de la V.M. Cándida de San Agustín, concededme la gracia que
pido si ha de ser para tu mayor gloria y bien de mi alma. Amén
(Hágase la petición y récense tres Gloria Patri)
Rogamos nos comuniquen las gracias recibidas por intercesión de la
Sierva de Dios Madre Cándida de San Agustín.
Pueden dirigirse a: MONASTERIO DE SAN DIEGO,
MM. AGUSTINAS, c/ Convento, 1
13300 Valdepeñas
(Ciudad Real) ESPAÑA
Tel. 926 32 21 05
Quienes deseen ayudar, con sus limosnas, a la causa de canonización de la Sierva de Dios, y a los gastos de edición de libros, estampas y reliquias, para dar a conocer su vida y propagar su devoción, pueden enviar sus donativos a nuestro Monasterio, por giro postal o por transferencia Bancaria a la cuenta corriente número:
POPULAR IBAN ES12 / 0075 / 0556 / 52 / 0700777973
Rvdo. Padre: Las gracias que está haciendo nuestra querida Madre Cándida en Valdepeñas son innumerables. Aquí hay mucho entusiasmo, y hombres que no están mucho por la religión la invocan y alcanzan de ella lo que le piden. Hace poco un jornalero se hallaba en medio del campo, y se le puso mala su borrica, y se le tendió con un dolor malo, y el animalito se moría; y el pobre en su aflicción se acordó de la Madre Cándida y la invocó en aquel trance, y al instante rigió el vientre del animalito y se puso bueno, y se pudo venir al pueblo. Esto fué en el mes de Abril. Con La Perla hay mucha animación para los tiempos que atravesamos, y un milagro rápido ha hecho en estos días con una enferma, que hemos dicho que la traigan por escrito. Hasta ahora la Madre Cándida nos ha defendido de todo mal, y por respeto a ella el pueblo y las autoridades nos han protegido y nos aseguran que nos seguirán protegiendo...
Yo, Carmen García y Osorio, residente en Valdepeñas en la calle Mediodía, nº8, encontrándome con el brazo derecho sin poderlo mover por un dolor agudo, y llorando porque no podía hacer nada, me dijeron que comprara la Vida de la Madre Cándida. Fuí a comprarla y conté a las religiosas lo que me pasaba, y me dieron una reliquia de la Madre, y me la puse, y me fuí al sepulcro de la Madre Cándida, y tan de veras le pedí que le ofrecí ir de rodillas tres veces desde la puerta del convento hasta su sepulcro, rezando un padrenuestro cada vez, y echarle una limosna, si me ponía buena, y desde entonces empecé a mejorar, y siguiendo la mejoría hoy ne encuentro perfectamente bien, y ya he cumplido mis promesas.
Yo, María Ramiro y García, demandadera de las Madres Agustinas, para gloria de Dios y confianza en la Madre Cándida, digo lo que ha pasado hoy 30 de Enero de 1931 con la correa de la M. Cándida. Vino un señor por la correa de la M. Cándida, y cuando salió del locutorio, lo acompañé hasta la puerta, y allí se llegó a él una señora muy apurada, que viendo que se llevaba la correa que ella venía a buscar, le dijo: Por Dios, señor, deme Ud. la correa que mi enferma está muy mala y la de Ud. tiene espera; en remediándose la mía queda a su disposición. Se la dió el dicho señor y se la aplicaron a la enferma encomendándose fervorosamente a la M. Cándida y ofreciéndole una limosna. Esto era a las 10 de la mañana, y antes de las 11 volvió con la correa y con la limosna, pues había salido la enferma felizmente del paso, habiendo dado a luz sin novedad dos niños, que están muy bien. Se llama la enferma Eulalia Sánchez y vive en la calle de la Virgen, 46.
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¡Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo!
que de tantas maneras has manifestado tu Omnipotencia
y Misericordia en favor de los hombres: escucha mis ruegos
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de la V.M. Cándida de San Agustín, concededme la gracia que
pido si ha de ser para tu mayor gloria y bien de mi alma. Amén
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Rogamos nos comuniquen las gracias recibidas por intercesión de la
Sierva de Dios Madre Cándida de San Agustín.
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MM. AGUSTINAS, c/ Convento, 1
13300 Valdepeñas
(Ciudad Real) ESPAÑA
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