FESTIVIDAD DE SAN AGUSTIN
El pasado domingo, 28 de agosto, la Orden agustiniana celebraba la solemnidad de su santo fundador: San Agustín de Hipona. Por este motivo, la capilla del convento-colegio san Agustín, se vestía de gala y lucía sus mejores ornamentos. Todo el claustro de profesores del colegio y numerosos fieles, quisieron unirse a esta celebración, en una Eucaristía concelebrada por tres sacerdotes del pueblo, en representación del resto del clero que, por ser domingo, les fue imposible acompañarnos. El coro del colegio, formado por alumnos y padres de alumnos, acompañaron bellamente y dieron realce y solemnidad a la celebración.
En el “libro de las Señoras Religiosas
del Convento de Agustinas Magdalenas de Alcalá de Henares, se lee: Tomó
el abito para monja de coro y velo negro, Cándida Córdova, natural de
Valdepeñas, Arzobispado de Toledo, de edad de veintidós años, en el día 15 de mayo
de 1826: se puso de San Agustín en la religión.
De los diversos nombres recibidos en el Bautismo, a los de María Cándida, quiso añadir, al hacerse religiosa como aparece en el artículo precedente, el de "San Agustín", por la especial devoción que tenía a este Santo: de modo que en la religión se llamó Sor María Cándida de San Agustín y así se firmaba en sus cartas, como se puede ver en las que aún se conservan. En el siglo, como consta de su declaración en el acto de exploración, de su libre voluntad para ser religiosa, se llamaba de hecho Cándida Rosa Rosalía, pero en el convento de Alcalá era denominada comúnmente con el nombre de la Madre San Agustín* y en el de Toledo con el de Madre Cándida.
*En el Monasterio de Madres Agustinas de Valdepeñas se conservan actualmente algunas de las prendas textiles usadas por la Madre Cándida, durante el tiempo que vivió en el Monasterio de Alcalá (1826-1853) y vienen marcadas a punto de cruz con la vocal A, por su nombre dentro del Monasterio, Agustín.
Vino un caballero al convento (Gaitanas en Toledo) preguntando por la Madre Cándida, quien salió a recibirle acompañada de Sor Dolores. Al verla dijo el caballero:
-Señora, vengo porque una voz me ha dicho muchas veces: ve a Toledo y
da a la Madre Cándida lo que necesite para la fundación. Y yo vengo a que me
diga usted lo que quiere.
Quedó la Madre parada al oírle,
porque no lo conocía, pero le dijo:
-Señor, de todo hace falta.
Y él añadió:
-Pues venga usted pidiendo.
Consultando la Madre a Sor Dolores pidió varios ornamentos, vasos sagrados, candeleros y algunas imágenes para el culto, a saber: las de San Agustín, Santa María Magdalena y Santa Mónica; pero el caballero dio además cinco mil duros, y después, por algún tiempo, dio cuarenta mil reales anuales. Era este caballero Don Francisco de las Herrerías.
Vivísima también era la fe de la Madre María Cándida en el misterio de la Encarnación, siendo jaculatoria frecuentísima en sus labios toda su vida la de ¡Viva Jesús!, que pronunció en el bautismo (17 de enero de 1804). En protestación de esa misma fe quiso llevar escrito sobre su corazón el Santísimo nombre de Jesús, y en premio de su fe quiso el Señor que San Agustín la escribiese en el corazón las palabras Verbum caro factum est, que son la expresión evangélica del mismo misterio.
-San Agustín la visitaba muy a
menudo.
-Otras muchas veces conocía yo
cuando la habían visitado los Santos por la fragancia que dejaban muy
aumentado, la visitaba San Agustín… y yo le decía cuando lo conocía, y ella me
decía que sí habían estado.
-También en mi presencia le
escribió Nuestro Padre San Agustín en el corazón el Verbum caro factum est (El
Verbo se hizo carne). Y cuando volvió del éxtasis le dije lo que había
conocido, y me dijo:
-Si hija mía, así ha sido.
(De una recopilación realizada por D. Luis Miguel Ferrero Sánchez, sobre las devociones particulares de la Madre Cándida)
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Oración
¡Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo!
que de tantas maneras has manifestado tu Omnipotencia
y Misericordia en favor de los hombres: escucha mis ruegos
en la necesidad que ahora siento y por los méritos e intercesión
de la V.M. Cándida de San Agustín, concededme la gracia que
pido si ha de ser para tu mayor gloria y bien de mi alma. Amén
(Hágase la petición y récense tres Gloria Patri)
Rogamos nos comuniquen las gracias recibidas por intercesión
de la Sierva de Dios Madre Cándida de San Agustín.
Pueden dirigirse a: MONASTERIO DE SAN DIEGO,
MM. AGUSTINAS, c/ Convento, 1
13300 Valdepeñas
(Ciudad Real) ESPAÑA
Tel. 926 32 21 05
Quienes deseen ayudar, con sus limosnas, a la causa de canonización de la Sierva de Dios, y a los gastos de edición de libros, estampas y reliquias, para dar a conocer su vida y propagar su devoción, pueden enviar sus donativos a nuestro Monasterio, por giro postal.
