domingo, 21 de mayo de 2023

 

                                San Felipe Neri               El 26 de mayo

                                     (1515-1595)      


   


       San Felipe Neri nació en Florencia en 1515. Es uno de los santos más deliciosos del calendario. "El más italiano de los santos". Sencillo, ingenioso, alegre, extático, imprevisible, músico, poeta, extravagante.
       Y humorista. El hermano Zaboni riñó un día a Felipe porque reía a carcajadas leyendo Las bromas del cura Arlotto: - Los sacerdotes no deben reír ruidosamente. - El Señor es bueno, contestó Felipe. ¿Cómo no va a alegrarse de que sus hijos nos riamos? La tristeza nos hace doblar el cuello y no nos permite mirar el cielo. Debemos combatir la tristeza, no la alegría.
    Le llamaban desde niño Felipín el bueno, por su piedad, dulzura y amabilidad. Un tío suyo quiso hacerlo comerciante, pero lo daba todo, no valía para eso.  
      En medio del paganismo que imperaba en el ambiente renacentista romano, Felipe entrega todos sus haberes a los pobres, mientras él ayuna a pan y agua. Pasa los días en obras de caridad, y las noches en las catacumbas de San Sebastián, entregado a la oración y a la penitencia.
     Alcanza altísima oración. Sus éxtasis duran horas y a veces se le oye clamar: ¡Basta, Señor, basta! ¡Detén el torrente de tu amor! Ante esta vida angelical poco podían hacer los asaltos del mal. Un par de mujerzuelas acechan un día contra su castidad. Las pupilas de fuego del Santo las hacen huir asustadas. Con todo, le gustaba rezar así: Señor, no te fíes de mí. Señor, ten de tu mano a Felipe, que, si no, un día, como Judas, te traicionará.  
    Visita cárceles y hospitales. Busca sobre todo a los niños y a los jóvenes. En 1551 se ordena sacerdote por obediencia. Desea ir a las Indias, como Javier. El P. Ghattino le dice de parte de Dios: Roma será tus Indias.
    Y por toda Roma derrama sus caridades, sus fervores, su alegría contagiosa, la certeza de que hay más alegría en la virtud que en el pecado. Es proverbial su don de lágrimas, y de hacer milagros. Se le atribuye haber resucitado al príncipe Paulo Máximo, para que confesase un pecado.
     En el tribunal de la penitencia conseguía conversiones maravillosas. Cuando celebraba Misa con el pueblo tenía que leer alguna historieta de humor, para que le distrajese un poco, y no caer en un éxtasis de varias horas. 
    Todos los Papas y Príncipes acudían a él.  Su obra definitiva fue la fundación del Oratorio, para instruir y entretener a niños y jóvenes. "Sed buenos... si podéis", les decía comprensivo. "Con tal de no ofender a Dios, podéis cortar leña sobre mis espaldas". Desde el Oratorio extendía el bien a todas partes.
El Oratorio influyó mucho a través del Cardenal Baronio y otros muchos. Murió Felipe en 1595. Era la noche del Corpus y se fue a acabar la fiesta al cielo. Sus restos descansan en la Chiesa Nuova de Roma. Fue canonizado por Gregorio XV el 1622 junto con cuatro santos españoles.
                 

        

                            La Madre María Cándida socorriendo a los heridos en la guerra de África


     Don Pedro A. de Alarcón, en su Diario de un testigo de la guerra de África, después de describir la gran acción del 30 de Diciembre de 1859, dice: "En medio de estos episodios y figurando noblemente en cada uno de ellos, vese a una mujer piadosa que va de cama en cama ofreciendo a los heridos cierta tisana refrigerante que los conforta y reanima...-Esta mujer es ....una peregrina casada, que con su marido va viajando de guerra en guerra; que estuvo en la de Crimea y viene ahora de la de Italia; que cumple quizá un voto, tal vez una penitencia; que pasa el día entre las balas dando su tisana a los heridos (solo a los heridos), y la noche en los hospitales de sangre... -Tendrá treinta años, su figura es noble y hasta hermosa; viste largo sayal morado; se expresa como persona distinguida, y todo en ella es dulce, cariñoso, angelical.- El respeto que inspira sólo puede compararse al cuidado con que se oculta los días que no son de sangre ni de lágrimas... - Y no sé más acerca de esta persona." Esta peregrina, que Alarcón creía francesa y casada, no era otra que la Madre María Cándida de San Agustín, y el supuesto marido era San Felipe Neri, que la acompañó en alguna de estas milagrosas excursiones benéficas.

        A San Felipe Neri lo encontramos siempre al lado de la Madre María Cándida de San Agustín, cumpliendo así el encargo que Dios le había hecho: acompañar  y proteger, ya desde su niñez, a la Madre María Cándida. 

         Su fiesta se celebra el 26 de mayo, día en que se conmemora su partida al cielo.

      Los que sentimos devoción por la Madre María Cándida de San Agustín, sin duda experimentaremos también la protección que este gran Santo ejerció sobre ella durante toda su vida.


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                                                             ORACIÓN


¡Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo!
que de tantas maneras has manifestado tu Omnipotencia
y Misericordia en favor de los hombres: escucha mis ruegos
en la necesidad que ahora siento y por los méritos e intercesión
de la V.M. Cándida de San Agustín, concededme la gracia que
pido si ha de ser para tu mayor gloria y bien de mi alma. Amén
(Hágase la petición y récense tres Gloria Patri)

Rogamos nos comuniquen las gracias recibidas por intercesión de la Sierva de Dios Madre Cándida de San Agustín.
Pueden dirigirse a:
MONASTERIO DE SAN DIEGO
MM. AGUSTINAS,
Plaza del Convento, 1
13300 Valdepeñas
(Ciudad Real)
ESPAÑA
Tel. 926 32 21 05

Quienes deseen ayudar, con sus limosnas, a la causa de canonización de la Sierva de Dios, y a los gastos de edición de libros, estampas y reliquias, para dar a conocer su vida y propagar su devoción, pueden enviar sus donativos a esta dirección.               


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