SOR MARÍA CÁNDIDA DE SAN AGUSTÍN "LA PERLA DE VALDEPEÑAS" 14, 2

miércoles, 12 de agosto de 2015
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AÑO II  - Núm. 14.                                   FEBRERO                                                         1932. ________________________________________________________________________________              

                            (Del periódico "La Perla de Valdepeñas" publicado entre los años 1931-1935.                                                               Dirigido por el Beato P. José Agustín Fariña, OSA. Martir en la guerra del 1936).  

     
        La hornacina del Niño del Consuelo

    Vamos a cumplir la deuda contraída en el número anterior. Hemos visto y admirado la preciosa obra artística, el  grupo escultórico del Santo Niño del Consuelo. Es una maravilla, y, además del arte que refleja, tiene un gran mérito que falta en muchas obras de este género: la espiritualidad, la devoción... Podemos decir que la obra está ungida por la suavidad del Espíritu Santo y que exhala un perfume de piedad que enagena. Sí, la hornacina es una obra de arte. La composición, la armonía de todas sus partes, la riqueza de la tonalidad, la expresión de los rostros: todo ello es encantador.

     El Divino Niño aparece en una gruta de nubes, derramando bendiciones y sonrisas. Es el mismo, el auténtico Niño Jesús del Consuelo que bendecía y sonreía a su esposa, María Cándida, y que por su ministerio consolaba tantas tristezas. Un angelito y siete querubines rodean al Divino rey, y contemplan la escena del campo de batalla en la que la Sierva de Dios implora la protección del Santo Niño para el soldado agonizante que sostiene maternalmente contra su pecho.
Hornacina y grupo escultórico del Niño Jesús del Consuelo y la M. Cándida de San Agustín.

(Al estallar la guerra civil del 1936, y ser expulsadas las religiosas del convento,  fue destruido por los milicianos)

     El rostro de la Madre Cándida es la expresión de la hermosura, de la piedad, del dolor, de la súplica apremiante para su protegido. No representa, ciertamente los 54 años que tenía la Sierva de Dios cuando la guerra de Africa; pero no es el realismo del hecho histórico el que se ha querido representar, sino el idealismo de su significación, y esto está perfectamente figurado en todas las partes del grupo. Es la Providencia Divina, la eterna piedad del Redentor de los hombres que acude en su auxilio aun en aquellas circunstancias en que éstos se creen más abandonados de Dios; Providencia que utiliza el espíritu de oración y de sacrificio de las almas víctimas de la tierra, para servirse de ellas como de ángeles de caridad en beneficio de los tristes y afligidos.

    La actitud del soldado, y particularmente su rostro causan verdadera emoción. El desfallecimiento, el dolor, la agonía, mezclados con la fe, el filial abandono en manos de su providencial enfermera, la súplica ardiente y la esperanza en el Divino Consolador se retratan en su semblante.

     Dos ángeles mancebos descienden, como ministros de las consolaciones del Divino Jesús, a llevar agua y vendas a su hermana de la tierra.

    La hornacina colocada sobre una mesa, toca el techo del coro bajo de las monjas, con ser de regular elevación. Es de felicitarse haber logrado realizar el proyecto con tanto acierto. La  peregrinación de los Valdepeñeros y de los pueblos circunvecinos a admirar la obra es continua. ¡Quiera el Señor despertar por medio de esta obra un nuevo impulso de devoción al Divino Niño Jesús del Consuelo, y una mayor confianza en la intercesión de su Sierva, para que las almas busquen consuelos en sus penas en el Divino Consolador por medio de Sor María Cándida y acelere la hora, si así lo tiene decretado, de la glorificación de su esposa!

     La obra tal como ha quedado, cuesta, ocho mil pesetas. LA PERLA DE VALDEPEÑAS sigue recogiendo limosnas con el fin de satisfacer la deuda que queda pendiente con el escultor, ya que este cristiano artista, D. José Rabasa, residente en Játiva, (Valencia), se ha dignado dar un plazo indefinido para cobrar el saldo de su obra. Cada lector de la Perla de Valdepeñas debiera tener a devoción  y gloria el tener "su parte" en este grupo escultórico, ya para honrar al Divino Niño del Consuelo, ya para interesar la intercesión de Sor María Cándida. ¿Dejarán de agradecerlo y de pagarlo el uno y la otra? El céntimo del pobre vale tanto, y muchas veces incomparablemente más, que los billetes del rico. Pero pobres y ricos todos somos mendigos de consuelos ante el Divino Consolador. Todos, pues a participar en esta obra.


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                                                               Oración 
  
                                      ¡Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo!
                         que de tantas maneras has manifestado tu Omnipotencia
                         y Misericordia en favor de los hombres: escucha mis ruegos
                         en la necesidad que ahora siento y por los méritos e intercesión
                         de la V.M. Cándida de San Agustín, concededme la gracia que 
                          pido si ha de ser para tu mayor gloria y bien de mi alma. Amén
                           
                                                        (Hágase la petición y récense tres Gloria Patri)

                       Rogamos nos comuniquen las gracias recibidas por intercesión de la
                                                          Sierva de Dios Madre Cándida de San Agustín. 
                                                       Pueden dirigirse a: MONASTERIO DE SAN DIEGO,
                                                                    MM. AGUSTINAS,  c/ Convento, 1
                                                                                13300 Valdepeñas 
                                                                           (Ciudad Real) ESPAÑA
                                                                                Tel.  926 32 21 05

                    Quienes deseen ayudar, con sus limosnas, a la causa de canonización de la Sierva de Dios, y a los gastos de edición de libros, estampas y reliquias, para dar a conocer su vida y propagar su devoción, pueden enviar sus donativos a nuestro Monasterio, por giro postal o por transferencia Bancaria a la cuenta corriente número:

                                             POPULAR   IBAN  ES12 / 0075 / 0556 / 52 / 0700777973 
                                                                    

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