al convento de San Diego de las Madres Agustinas de la localidad de Valdepeñas, para venerar al
Santísimo Niño Jesús del Consuelo y la V. M. Cándida de San Agustín (Fundadora de dicho convento).
Stmo. Niño Jesús del Consuelo
V. M. Cándida de San AgustínEl encuentro surge por el entusiasmo que manifestaron los niños de la anterior peregrinación, del día 4 de junio.
Esta segunda, se iniciaba con la celebración de la Eucaristía, presidida por el capellán de la Comunidad, D. Ángel Rivas y donde la participación, la ilusión, la alegría y la actitud de estas catequistas y de las monjas que los acogieron, hicieron que este acto estuviera lleno de emociones y fuera una vez más, entrañable.
los Reyes Magos, “querían ver a Jesús”, querían conocer a este Niño del Consuelo que tanta
ternura y encanto desprende en sus ojos y en su cara.
Fue un día muy bonito, ya que se celebraba la festividad del Inmaculado Corazón de María, y
donde toda la Liturgia y cantos iban dirigidos a la Virgen María, haciendo así esta celebración
mucho más especial.
El Evangelio del día también fue muy significativo, cuando Jesús se pierde para ocuparse de las
cosas de su Padre y José y María están preocupados buscándole. Al igual que Jesús, también
los peregrinos, se ocupan de las cosas de su Padre, alimentándose y poniéndose en camino.
jóvenes, por las vocaciones y por este convento, abanderado por su fundadora Madre Cándida
y su mejor legado, el Niño del Consuelo.
Cuatro peregrinos, fueron los que se encargaron de llevar las ofrendas.
Un centro de flores, como signo de la belleza de la creación de Dios.
El Pan y el Vino, como signo de su generosidad y entrega con nosotros, siendo el Pan y el Vino que nos alimenta.
aprendieron, recibiendo una estampa con la letra detrás impresa que con tanto amor y cariño
habían preparado las monjas para entregarlas.
Al final de la Eucaristía, por parte de las Madres Agustinas, se les hizo entrega a todos los
asistentes de una medalla de la Madre Cándida y el Niño del Consuelo, en señal de agradecimiento
y acogida, que los peregrinos recibieron con muchísima ilusión.
este convento, donde Sor María Isabel, directora del mismo, explicó las vivencias y datos más
curiosos y significativos de la vida de la Fundadora Madre Cándida y de los inicios del Colegio
en 1964.
aulas del colegio y se les fue explicando la forma de trabajar del colegio con los niños y jóvenes.
Dios de Madre Cándida, dejando su legado, (su Niño del Consuelo), en lo que ella llamaba “la
niña de sus ojos”. También se hizo referencia a la valentía, fortaleza y tesón de Madre Clara Oliver
para que el proyecto de la M. Cándida de San Agustín, sea una dichosa realidad.
Después, este grupo de peregrinos, se dirigieron a la Plaza donde pudieron disfrutar al ver la
Parroquia de la Asunción, donde está la Virgen de Consolación, iglesia donde Madre Cándida
fue bautizada.
juegos y así ya se culmina el paso por Valdepeñas y por tanto, esta fantástica e inolvidable
peregrinación.
necesidad de transmitir a todo el mundo para que puedan ir a visitar este convento y este
colegio donde se respira, con palabras textuales, algo especial. Y es que el Niño del Consuelo, y
la esencia de la fundadora, Madre Cándida, que hacen suya estas monjas, hacen que este
convento tenga una ALEGRÍA que no se puede explicar con palabras.
Le damos gracias a Dios y a María, Nuestra Madre, por darnos a saborear esta experiencia
vivida y poder conocer a este Niño. Agradecemos a estas monjas agustinas, su gran acogida, su
Amor y gran entrega, para que este día se quede grabado en las retinas de quienes allí
estuvimos.
¡¡¡¡QUEREMOS VOLVER PRONTO A VEROS!!!! ¡¡¡OS LLEVAMOS EN EL CORAZÓN!!!!
María Pilar Delgado López
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