APUNTES BIOGRÁFICOS SOBRE MADRE CÁNDIDA DE SAN AGUSTÍN 2 - 7

jueves, 20 de diciembre de 2012
   138. También tenía la Madre María Cándida como religiosa, para después que se trasladase con sus hijas a Valdepeñas, a doña Juana Vizcaíno, aunque por fin, muerta la Madre María Cándida y diferida por muchos años la traslación de la Comunidad a Valdepeñas, no llegó a serlo.

     139.    Tenía asimismo recibida la Madre María Cándida para religiosa de su convento de Valdepeñas a doña María Juana Díaz y Lima, alma muy favorecida de Dios y muy querida de la Madre María Cándida. Estando un día en oración por la mañana temprano esta doña María Juana pidiendo a Dios la hiciese conocer en qué estado quería que le sirviese, se le presentó el Niño Jesús algo confuso debajo de un dosel y la dijo: "Ve a la Madre Cándida", y ésta había tenido revalación de que el Señor quería que dicha doña María Juana fuese una de las hijas de su fundación. 
   
    140.  El 30 de Septiembre de 1860 tenía la Madre María Cándida, además de la compañera Dolores de Jesús, dos jóvenes admitidas para religiosas de coro, a saber: Sor Luisa de San Rafael y Sor Victoria, y una niña educanda, llamada Dolores, que la Madre María Cándida instruía y educaba con todo esmero, más alguna otra joven para hermana de velo blanco; pero ninguna de ellas llegó a profesar en vida de la Madre María Cándida, porque ésta no tenía facultad para dar profesiones en Toledo.

      141.    Sor Luisa de San Rafael, muerta la Madre María Cándida, prefesó en el convento de Agustinas Concepcionistas de Toledo el año 1864 y era Priora en el año 1876. Entonces en 22 de Marzo del mismo año 1876, obtuvo licencia para pasar al convento de Valdepeñas y fue la primera Superiora de aquel convento, fundado por su cara Madre Sor María Cándida de San Agustín, de la cual ni después de muerta ésta quiso separarse. Al ser recibida entre las Agustinas Concepcionistas, vulgo Gaitanas, de Toledo, tomó el nombre de Sor Luisa del Santísimo Sacramento.
Recipientes de cerámica pertenecientes a religiosas contemporaneas  de Madre Cándida

     142.    Ni faltaron milagros para la admisión o exclusión de alguna que pretendió ser religiosa en la fundación de la Madre María Cándida.
     El día de Santiago de 1860 estaba la Madre paseando por el patio del convento con una pretendienta, llamada María, que la llevaba agarrada del brazo. En esto se presentó la fundadora de la casa con hábito negro y corona de rosas, y empujó a la María y la separó de la Madre, recibiendo la pretendienta un susto muy grande, aunque ella nada vió. Decía también la misma pretendienta que cuando abrían la puerta reglar y estaba ella allí se sentía empujada de los hombros hacia fuera sin ver a nadie. Esta pretendienta se puso enferma, y tuvo que salir, después de ser causa de grandes penas para la Madre María Cándida con motivo de la enfermedad y dificultades para la salida. Al fin, ésta se verificó, recogiendo a la pretendienta su madre en presencia de D. Manuel  Raposo, como la Madre lo había pedido al Señor, en lugar del confesor ausente.
    
     143.    Preocupábase también la Madre María Cándida de reunir, sobre lo poco que tenía ya en Toledo, el mobiliario necesario para su convento de Valdepeñas.
     Estando todavía en Alcalá, decía a la Madre Carlota en la carta citada de 18 de Marzo de 1853: "Ya sabe usted, hermana mía, que voy a poner casa y necesito muchas cositas de ustedes. Diga usted a nuestra amada Madre que, sin andarme con réplicas, tiene que regalarme cuatro corporales ricos, dos vestiduras de copones y dos manteles de altar, que tengan seis varas de largo; esto se lo pido yo, sin perjuicio de lo que ustedes me quieran dar; aunque tengan que hacer algún esfuerzo, es para Nuestro Señor y lo sabe pagar con usuras. Cuanto me den ustedes, hermanas, me tomo; manos a la obra: no tengo vinajeras, ni jarro, ni incensario, ni misales, ni donde los ponen , que no sé cómo se llaman. Dios Nuestro Señor moverá los corazones."
     El 26 de Marzo de 1858 escribía a doña Juana Vizcaíno: "Voy a hablarte con claridad de madre. No tenemos trastos de cocina, y necesitamos de cuanto tú puedas tener; quiero darte lo que valga, y no quita esto para que tú me des lo que quieras. También necesito sillas, sofaes, o confidentes..." No se sabe qué otras cosas más pediría la Madre María Cándida, porque esta carta ha llegado a nosotros incompleta.
Cubertería perteneciente a la fundación

     144.    Sobre la vergüenza que le daba a la Madre María Cándida el pedir, tuvo que padecer no poco con las negativas de algunas personas, a las cuales se había dirigido pidiendo favor y ayuda para su obra.

     145.    Escribió desde Toledo  a Aranjuez a Sor Patrocinio para que hablase al Rey en favor de su fundación y para que la diese alguna cosa para ayuda de la obra, y la Madre vió cómo Sor Patrocinio dijo al Rey todo lo contrario y que antes había y eran otras necesidades que aquella.

    146.    Respecto de otra negativa escribía así la Madre María Cándida en 15 de Septiembre de 1860 a doña Juana Vizcaíno: "Mucha vergüenza me ha dado lo que me cuentas de la Madre Superiora de las Salesas... De lo que te dije me había respondido cuando la pedí un frontal para el altar del Santísimo Niño, el mismo día que recibió mi carta me contestó negándomelo, diciéndome me  daban mucho. Todo sea por Dios; ya no las pediré más.

     147.    Las religiosas del convento de Toledo, que con tan buena voluntad recibieron en su casa a la Madre María Cándida, seguían teniéndola en gran aprecio, como se deduce de algunos actos que se conocen.

    148.    El año 1854 la prestaron una suma de dinero, como consta de la carta que el 9 de Junio de 1854 escribe la Madre a d. Juan de Dios Vasco, presbítero, apoderado suyo en Valdepeñas, en que le dice: "Hace bastantes días escribí a usted suplicándole mandara el dinero que tuviese disponible, encargándole vendiera las diez arrobas de aceite, y no me lo ha mandado ni me ha escrito. Lo siento, porque debo a esta Comunidad quinientos reales y di palabra a la Prelada se los pagaría antes de quince días y se ha pasado más de un mes; aunque no me dicen nada, me da vergüenza".
     
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       Desde este blog se ruega a todas aquellas personas que encomendándose a la  poderosa intercesión de la Sierva de Dios Madre Cándida de San Agustín, obtengan alguna gracia o favor, lo comuniquen a:

                                            Monasterio de San Diego de Alcalá

                                                               MM. Agustinas
                                               13300 Valdepeñas (Ciudad Real)
                                                                 - ESPAÑA -
                                                            Tf: 926 32 21 05

                    Quienes deseen ayudar, con sus limosnas, a la causa de canonización de la Sierva de Dios, y a los gastos de edición de libros, estampas y reliquias, para dar a conocer su vida y propagar su devoción, pueden enviar sus donativos a nuestro Monasterio, por giro postal o por transferencia Bancaria a la cuenta corriente número:

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