APUNTES BIOGRÁFICOS SOBRE LA MADRE CÁNDIDA DE SAN AGUSTÍN 5, 1

jueves, 12 de septiembre de 2013
                                                           V

                                  ULTIMA    ENFERMEDAD,     MUERTE   Y   SEPULTURA   DE                                                             LA   SIERVA   DE   DIOS SOR MARÍA CÁNDIDA DE SAN AGUSTÍN

     414.    Cuando el año de 1828 estuvo la Madre María Cándida a la muerte y desahuciada de los médicos, antes de que San Diego la curase milagrosamente en Alcalá, habían abierto ya la sepultura para enterrarla, bien persuadidos todos de que moría; pero ella dijo varias veces a su Señora Maestra: "-Madre, yo no me entierro aquí", indicio claro de que el Señor la había revelado que moriría en otra parte.

     415.    Varias veces dijo también a su compañera Sor Dolores de Jesús que había de morir antes que ésta, a pesar de estar Sor Dolores muy enferma; y en otra ocasión, después de librarla con sus oraciones de la muerte, la dijo: "-Conviene que cuando yo muera quedes tú, que  así lo quiere el Señor." 

     416.    Algunos meses antes de morir dijo a su confesor, D. Desáreo Humarán, que Dios quería que la fundación de Valdepeñas estuviera hecha, pero que los hombres no habían querido; que ella había cumplido con hacer lo que estaba de su parte y que se acercaba su tiempo, añadiendo: "-Pronto se acabarán mis trabajos y podré decir: Consummatum est."

     417.    En la última enfermedad, de que murió, conoció bien que de ella moriría; porque en otras ocasiones, que había estado peor y de mucho peligro, siempre animaba y consolaba a todos, asegurando contra el parecer de los médicos que viviría, y entonces no hacía nada de esto.

     418.    Un mes antes de la muerte, el 24 de Febrero, volvió a repetir al confesor lo ya dicho, y le previno para el golpe que veía venir, recordando entonces el confesor lo que diez y ocho  años antes le tenía dicho, esto es, que moriría en Semana Santa.

     419.    El Viernes Santo por la noche se la agravaron los padecimientos del cuerpo y mucho más los del espíritu; porque padeció toda la Pasión, y estaba toda descuadernada y con las espaldas hechas una llaga. Desde que principió  la Cuaresma empezó a padecer con el Señor, y era tanto lo que padecía y tan fuerte y sin descanso, que un día llegó a decir: "-Señor, dadme dos horas siquiera de descanso, si es de vuestro agrado; si no, contenta estoy."

     420.    El Sábado Santo, a las ocho de la mañana, la administró el Viático el Sr. D. Domingo Jijón, Superintendente y Visitador de las monjas del Arzobispado de Toledo, en cuyas manos hizo el desapropio, y cogiendo a Sor Dolores de Jesús dijo: "En ésta queda toda  mi confianza y todas mis veces para la fundación; que la lleve adelante hasta conseguirla, como si fuera yo misma."

     421.    Hasta  antes de recibir el Viático  la persiguió el Demonio, pero entonces ella le dijo:  "-Vete de ahí, mala bestia", y desapareció, no volviendo a presentarse más: en su lugar vino la Virgen, con quien hablaba en voz baja.

     422.    Cuando recibió el Viático la acompañaron varios santos, entre ellos Santa Teresa de Jesús. Diciéndola que bebiera un poco de agua, contestó: "-Ya me lo ha dado Santa Teresa dos veces";  y preguntándola si quería que la llevasen el Niño Jesús del Consuelo, respondió: "-Ya ha estado aquí dos veces." La preguntaron también sus hijas si se moría, y no les dijo más que: "-Consummatum est", cuyo sentido no comprendieron hasta que murió.

     423.    Perdonó a todos sus enemigos con todo su corazón.


Cuadro colocado en el lugar donde Madre Cándida  de San Agustín  entregó su alma a Dios.

     424.    Poco antes de morir, a su compañera Sor Dolores de Jesús y a las que tenía admitidas para su convento de Valdepeñas, dijo: "- Surrexit Dominus vere, alleluia", dándolas a entender que habían terminado sus padecimientos y que moría para resucitar con el Señor. Empezaron ellas a llorar y a preguntar qué sería de la fundación si ella moría, a lo que, consolándolas, contestó que era voluntad de Dios que entonces muriese y que si no iba a Valdepeñas en vida iría después de muerta.


     425.    A las nueve  y media la administró su confesor la Santa Unción, la aplicó las indulgencias, la leyó la recomendación del alma, y poco después de las diez, al tocar al Alleluia, casi sin agonía, expiró, entregando su alma en manos de su Criador a la edad de cincuenta y siete años un mes y quince días, el ya citado día 30 de Marzo de 1861.

     426.    Respecto de su muerte escribió también su compañera Sor Dolores de Jesús lo siguiente: "Dos meses antes de morirse lo supo, pero por no darme mal rato no me lo quiso decir. Con el mal de que murió se iba poniendo mucho más imposibilitada, y un día comulgó en la cama, y después la dije: "-Dime, Madre, ¿qué te ha dicho el Señor?" Y me dijo: "-¿Qué quieres que me haya dicho? ", y a fuerza de instancias me añadió: "-Me ha dicho que Commsumatum est." Y la pregunté qué quería decir; me dijo: "-¡Qué quieres que sea!, que me muero."  Y estábamos en Miércoles Santo, y el Sábado Santo, al tocar la primera campana a Gloria, expiró, diciendo las últimas palabras al confesor:  "-Ahí le encomiendo a usted esa alma (por mi)."  Y el confesor se puso malo, y yo estuve con una serenidad que no era natural en mi; porque hasta le ayudé a vestir sin turbarme. Y ya me lo tenía dicho que en su muerte estaría yo sin separarme de ella. Y así fué."

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       Desde este blog se ruega a todas aquellas personas que encomendándose a la  poderosa intercesión de la Sierva de Dios Madre Cándida de San Agustín, obtengan alguna gracia o favor, lo comuniquen a:

                                            Monasterio de San Diego de Alcalá

                                                               MM. Agustinas
                                               13300 Valdepeñas (Ciudad Real)
                                                                 - ESPAÑA -
                                                            Tf: 926 32 21 05

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                                             POPULAR   IBAN  ES12 / 0075 / 0556 / 52 / 0700777973 

1 opiniones:

  1. Unknown dijo...:

    Madre Cándida, gracias por interceder por nosotros. No me desampares, ruega siempre por mí.-

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