APUNTES BIOGRÁFICOS SOBRE LA MADRE CÁNDIDA DE SAN AGUSTÍN 4, 2

lunes, 5 de agosto de 2013
     358.    Tenía la Madre Sor Dolores de Jesús una hermana religiosa en las Agustinas Magdalenas de Alcalá, llamada Sor Juana del Espíritu Santo, de la cual sabía que estaba enferma, y preguntaba a la Madre María Cándida si sabía cómo estaba. Esta, que auxiliaba entonces a la enferma a punto ya de expirar, y en efecto murió el 20 de Marzo de 1859, decía para sí: "¡Hija de mi alma, si supieras lo que está pasando ahora mismo!" Y después se lo dijo todo.

     359.    También asistió  a la muerte de la madre de su confesor, D. Cesáreo  Humarán, señora a quien la Madre María Cándida y sus hijas llamaban la Abuela. Murió cristianamente, y a poco de morir se las presentó una tarde a todas juntas amortajada con el hábito religioso de la Madre María Cándida, asustándose mucho al verla las religiosas, menos la Madre, que las dijo: "-¿Por qué os asustáis? ¿No veis  que es la Abuela?" Manifestó la difunta que estaba en el Purgatorio, y la Madre María Cándida conoció la causa, que era la negligencia en las cosas buenas, de que a veces se excusaba con el pretexto de no poderlas hacer. Con la ayuda de la Madre María Cándida y de sus hijas, después de poco tiempo salió dicha señora del purgatorio y subió al cielo.

     360.    Insigne fué el don de profecía concedido por el Señor a su Sierva la Madre María Cándida. Tenía ésta en Valdepeñas un sobrino llamado José Córdova, a quien siempre decía que tenía que ser sacerdote y cantar misa en Toledo; pero en lo que menos pensaba él era en eso, y contestaba: "-¿Yo misa y sacerdote? Como no tenga usted otro; espérelo usted." Había concertado ya la boda y estaba a punto de casarse, cuando el día antes sintió una mudanza tan grande, que dijo: "-Yo no me caso; voy a ser sacerdote." Y se lo comunicó a la señorita con quien había determinado casarse. Llevólo ésta tan a mal, que hizo cuanto pudo para estorbar la ordenación, y hasta se presentó al Vicario, cuando se publicaron las proclamas, para impedirla; pero murió allí de repente, quedando como un tizón, en castigo de su temeridad. Don José llegó, efectivamente, a ordenarse y cantar misa en Toledo, como había predicho su tía, y la cantó el 19 de Abril de 1854, como consta de la carta de la Madre María Cándida escrita el 10 de Mayo de 1854 a D. Juan de Dios Vasco, presbítero, residente en Valdepeñas.

Escalera  y brocales de pozos del tiempo de Madre  María Cándida. Las Gaitanas.  Toledo

     361.    Respecto de este sobrino, había tenido la Madre María Cándida hacía muchos años una visión. Estando ella un día en Alcalá con otras religiosas, lanzó de repente un ¡ay! desgarrador. "-¿Qué pasa?"- la preguntaron. "-Mi sobrino Pepe -respondió-, que ha caído en un pozo, pero no hay cuidado." Y, efectivamente, en aquel momento el niño José Córdova caía en un pozo, en Valdepeñas, pero quedó asido a la raíz de una higuera y no se hizo daño. El pozo está situado en la calle Real, número 15, carecía de brocal y solía cerrarse con una reja de hierro al nivel del piso que permitía el paso de las aguas pluviales, la reja estaba abierta cuando cayó el  niño y aún existe la higuera de cuya raíz  quedó asido. La noticia de esta visión tuvo gran resonancia en Valdepeñas, donde se conserva viva  su memoria.

     362.    De otro sobrino previó y aconsejó la Madre María Cándida el casamiento. Don Vicente de Merlo y Córdova, que así se llamaba este sobrino, fué un día a visitar a su tía en Toledo y ésta le aconsejó que se casase y le indicó lo que debía hacer para realizar ese intento Le recomendó hiciese un viaje a Villafranca de los Caballeros, provincia de Toledo, pueblo donde nunca había estado ni ella ni el sobrino, que procurase ver a Cristeta Valenzuela, joven de dicha población, y que si le agradaba la pretendiese en matrimonio, en la seguridad de que sería aceptado y se casaría con ella. Puso en práctica el joven el consejo  y se realizó el matrimonio según el anuncio de su tía.

     363.    Por Agosto de 1855 hacía estragos el cólera en Valdepeñas, donde ejercía de alcalde D. Juan Alfonso de Castro, primo de la Madre María Cándida, y las personas pudientes abandonaban la población huyendo del contagio. La Madre María Cándida animaba a su primo Castro y le decía: "-Anda sin miedo, no temas al cólera, haz el bien que puedas por tu pueblo: te lo asegura tu prima"; indicándole así que nada desagradable le pasaría. Y de hecho, así sucedió; porque dicho Sr. Castro, a pesar de prodigar sus servicios en bien de la población, no fué atacado del cólera, y tal fué su comportamiento que la Reina le agració  con la cruz de Isabel la Católica, como él mismo refiere en carta de 11 de Marzo de 1856 a la Madre María Cándida, a cuyas oraciones se reconoce deudor de ese alto honor con que por Su Majestad fué distinguido.



Planchas y cerámicas del tiempo de Madre María Cándida. Las Gaitana. Toledo.

     364.    Tenía la Madre María Cándida, también en Valdepeñas, una sobrina de unos veinte años, buena moza y sana. Hacía años que la Madre María Cándida no la escribía, y el año 1858, en el mes de Agosto, la escribió. Al ver la carta de su tía se puso la joven muy contenta y daba la noticia a todos los parientes; pero cuando la abrió y leyó lo que la decía, esto es, que se preparase, que el día de San Bernardo moriría, que también las buenas mozas se mueren, se quedó como muerta y llena de pena. Esto era seis días antes. Se puso luego enferma la joven, recibió los santos sacramentos y el día de San Bernardo murió, como se lo había avisado su tía.

     365.    De dos niñas profetizó la Madre María Cándida que habían de ser religiosas en Valdepeñas. Un día dijo a sus hijas: "-Hoy ha nacido una niña  en Madrid que será religiosa en Valdepeñas"; y otro día dijo cosa igual de otra niña nacida en un pueblo no muy distante de Toledo; y efectivamente, fundado el convento de Agustinas Magdalenas de San Diego de Valdepeñas, entraron de religiosas en él dos niñas, una de Madrid y otra de Quintanar de la Orden, pueblo no muy distante de Toledo, que aún viven, y se llaman Sor Elena del Sagrado Corazón, la de Quintanar de la Orden, actual Priora de la Comunidad, y Sor Carmen de San Agustín, la de Madrid, que actualmente desempeña el cargo de Secretaria.

 
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                                            Monasterio de San Diego de Alcalá

                                                               MM. Agustinas
                                               13300 Valdepeñas (Ciudad Real)
                                                                 - ESPAÑA -
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