I
El agua bautismal en tu cabeza.
Sobre ella realizada la santa cruz.
Exclamaron tus labios con presteza,
en este mundo y siempre, ¡viva Jesús!
II
Era tanto y tan enorme tu anhelo
de vivir en Jesús Sacramentado,
que hasta tu alma se levanta en vuelo
para beber del Cáliz de tu Amado.
III
Sembrada mi tierra con tu simiente,
¡Bendito Niño Jesús del Consuelo!
El agua que me riega es obediente
transformando mi barro, hasta tu cielo.
IV
Con la protección de tu Santo "Abuelo",
compañero virtuoso en tu vida;
abogado defensor y consuelo
de las almas errantes y perdidas.
V
Como un junco mecido por el viento,
tu corazón se cincela en su Pasión;
volcaste en el Altísimo tu aliento
y en llama se transformó tu vocación.
VI
Soy una antorcha que arde en tu alma,
un sueño derretido en tus amores,
una locura que resurge y clama
que en el Amor, se limpian mis temores.
VII
Sábado Santo florecido en Pasión.
Tu cuerpo llagado ofreces como cruz.
Júbilo de esposa en santificación,
transfigurando tu alma, como su luz.
VIII
Le entregaste, Cándida, tu alma a Dios.
Suplicaste dos horas de compasión;
sacrificio que ofreces al Creador
en perpetuo servicio de exaltación.
Teresa Sánchez Laguna
Valdepeñas, marzo del 2011
Hola, Nico. Dos pequeñas observaciones sobre los Serventesios a Madre Cándida: Al transcribirlos, en el VII,donde debe decir esposa, se te ha escapado una a, y dice "esposaa". Y en el VIII y último, donde debe decir: exaltación, se te ha vuelto a escapar una "a" y dice: "axaltación". Por favor, corrígelo, así conserva todo su sentido. Gracias. La autora.