APUNTES BIOGRÁFICOS SOBRE MADRE CÁNDIDA DE SAN AGUSTÍN 1, 5

viernes, 24 de agosto de 2012
     24.    Siendo la joven María Cándida de familia rica, hermosa en lo físico y de excelentes cualidades morales, gozando ya de fama de gran virtud, tuvo muchos pretendientes que deseaban casarse con ella; pero nunca dió oídos a semejantes pretensiones, deseando únicamente ser fiel esposa de Jesucristo.

     25.    Anhelo constante de María Cándida era el de hacerse religiosa y consagrarse para siempre por medio de los votos al servicio de Nuestro Señor Jesucristo; pero encontró graves obstáculos que venció heroicamente. Su padre a la fuerza quería casarla con alguno de los muchos pretendientes que se presentaban, procurando con malos tratamientos obligarla a seguir su voluntad; pero ella, firme es su vocación, decía: "-Monja he de ser, y monja he de ser, y no me caso." Llegó su padre hasta el extremo de pretender casarla por sorpresa: estando ya todo dispuesto hizo venir al señor cura y, haciéndola entrar en la habitación, en que todos estaban, la dijo que tenía que casarse con un caballero allí presente, a lo que ella con grande energía, delante de todos, contestó: "-Yo no me caso con nadie más que con Jesucristo", dejando a todos admirados de su resolución.

     26.    Firme en su buen propósito, seguía María Cándida pidiendo con instancia al Señor que le ayudase a realizarlo, y con tal fervor hacía un día su oración sobre esto, que oyéndola su padre cambió de modo de pensar y cuando salió de la oración, le dijo: "-Dispón de cuanto te haga falta para irte monja"; noticia que causó a María Cándida grandísima alegría.

 María Cándida recibe el permiso paterno para irse monja.

     27.    Obtenido el consentimiento paterno, dió María Cándida los pasos necesarios  para entrar de religiosa en el convento de Agustinas Magdalenas de Alcalá de Henares; pero cuando ya estaba admitida y a punto de entrar en el convento, he ahí que muere su madrastra Doña Josefa Langa, después de solos nueve meses de matrimonio, y se ve obligada, por consideración a su padre, viudo, que sentía mucho la separación de su hija, diferir la entrada por espacio de algunos meses. Finalmente, después de tres años de dilación que había tenido que soportar por razón de la edad que exigía la Constitución española mientras estuvo vigente, y de otros tres por la oposición de su padre, logró realizar sus deseos.                                     

     28.    En el "Libro de las Señoras Religiosas que fallecen"  del convento de Agustinas Magdalenas de Alcalá de Henares se lee: "Tomó el Abito para Monja de coro y velo negro Cándida Córdova, natural de Valdepeñas, Arzobispado de Toledo, de edad de veintidós años, en el día 15 de Mayo de 1826; se puso de San Agustín en la Religión". Dió la licencia para que María Cándida recibiese el hábito el Dr. D. Domingo del Río y Murga en Toledo el 23 de Abril de 1826, con la obligación de dar 6.000 reales de dote y 2.000 para su vestuario y gastos de noviciado, y era cuando recibió dicho hábito Superiora de la Comunidad con el título de Presidenta la Madre Sor Vicenta de las Mercedes.

     29.    De los diversos nombres recibidos en el bautismo, a los de María Cándida, quiso añadir al hacerse religiosa, como aparece en el artículo precedente, el de San Agustín, por la especial devoción que tenía a este Santo; de modo que en la religión se llamó Sor María Cándida de San Agustín, y así se firmaba en sus cartas, como se puede ver en las que aún se conservan. En el siglo, como consta de su declaración en el acto de exploración de su libre voluntad para ser religiosa, se llamaba de hecho Cándida Rosa Rosalía; pero en el convento de Alcalá era denominada comúnmente con el nombre de la Madre San Agustín y en el de Toledo con el de Madre Cándida.

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