APUNTES BIOGRÁFICOS SOBRE LA MADRE CÁNDIDA DE SAN AGUSTÍN 3, 20

sábado, 27 de julio de 2013


                                                        De  la  obediencia.

     341.    Toda la vida de la Madre María  Cándida de San Agustín fué un continuo ejercicio de obediencia. Observó los mandamientos de Dios y de la Iglesia, siguió la vocación divina que la llamaba al claustro y en la religión cumplió fielmente lo prescrito en la Regla de San Agustín, Constituciones de la Orden y laudables costumbres del Monasterio. En el siglo obedeció a sus padres, en la religión, tanto de novicia y súbdita como de Prelada, a sus Superiores.

    342.    Testimonio de su ciega obediencia en la Religión es un precioso pañuelo blanco, que se conserva como reliquia en el convento de Agustinas Magdalenas de Alcalá, calado y bordado por ella, que no sabía bordar, en cumplimiento del mandato de la Superiora que la ordenó ese trabajo. Fué regalado a doña Jacoba Aguado, bienhechora del convento, y lleva en cada ángulo dentro de un corazón una letra bordada, es decir, la J y la A, repetidas dos veces, y significan el nombre de la donataria.





Cortinilla del sagrario, bordada por Madre Cándida, que se conserva en  el convento de agustinas 
de San Diego en Valdepeñas.


343.    Especial obediencia demostró en las gravísimas enfermedades, que sufrió largo tiempo y con gran paciencia, de recién profesa, sometiéndose con grandísima docilidad a las disposiciones de los médicos y a las órdenes de la Superiora, de su Maestra y de la Enfermera. Y más adelante, en medio de los grandes dolores que padeció y recibía como regalos de su divino Esposo Jesús, se consolaba en gran manera cuando, a pesar de ellos, podía asistir al coro y demás actos de Comunidad.


Escalera del convento de Agustinas Concepcionistas  "Las Gaitanas" de Toledo

  344.    En el desempeño de su misión de fundadora del convento de Agustinas de Valdepeñas procedió en todo con la debida dependencia de los Prelados y consejo de su confesor D. Cesáreo Humarán, que fué su Director espiritual muchos años, primero en Alcalá y después en  Toledo. 
  
Vista frontal de la escalera 

     345.    Se conformó asimismo en cuanto al hábito, actos comunes y horario con los que estaban en uso en la Comunidad de Agustinas Concepcionistas, vulgo Gaitanas, de Toledo, en cuyo convento vivía, y en el cual con las debidas licencias preparaba la Comunidad, que a su tiempo había de trasladarse, cuando estuviese terminado, al convento que ella fundaba en Valdepeñas, sin valerse, como hubiera podido hacerlo, de su calidad de fundadora para retener cuando menos, el hábito que había recibido de novicia y estaba en uso en el convento de su procedencia, que era el de Agustinas Magdalenas de Alcalá de Henares. "Mi compañera y yo -escribía, recién llegada a Toledo, a D. Manuel Raposo el 21 de Noviembre de 1853- tenemos que conformarnos en todo con estas señoras y tenemos que mudar los hábitos y no nos sirven los que tenemos. Suplico a usted, por el amado Jesús, vea cómo nos puede recoger algunas limosnas: así lo espero de su caridad."

Detalle del pavimento, actualmente protegido por un metacrilato.


     346.    Singular cuidado tuvo también la Madre María Cándida de San Agustín de que las hijas que admitía y educaba en Toledo para su convento de Valdepeñas, dentro de la vida común y perfecta pobreza, se fundasen en la más exacta obediencia.
     Exponiendo el género de vida que hacía con sus hijas, escribía la Madre en 9 de Junio de 1858 a doña Juana Vizcaíno: "Nuestra vida es común, de modo que una almendra que sea es para todas, sin tener más cuidado que desempeñar cada una adonde la obediencia las pone."

     347.    Por fin, en las últimas enfermedades, en medio de los gravísimos dolores, expiatorios de pecados ajenos, que las medicinas no lograban remediar, seguía dócilmente, aun persuadida de la inutilidad de los remedios, los consejos del médico, del confesor y de sus hijas. Así esperó serena el momento de decir tranquilamente, en punto de muerte, a semejanza de nuestro Redentor, la consoladora palabra "Consummatum est". Esto es, que había cumplido hasta lo último la misión que el Señor la había encomendado en esta vida, y, en especial, en cuanto de ella había dependido, la de la fundación de su convento de Valdepeñas, cuya terminación en aquellos solemnes momentos dejó encomendada, cumpliendo también en esto la orden recibida del Señor, a la fidelísima compañera, que, en particular para esto, el mismo Señor la había dado, Sor María Dolores de Jesús. 


____________________________________________________________________

       Desde este blog se ruega a todas aquellas personas que encomendándose a la  poderosa intercesión de la Sierva de Dios Madre Cándida de San Agustín, obtengan alguna gracia o favor, lo comuniquen a:

                                            Monasterio de San Diego de Alcalá

                                                               MM. Agustinas
                                               13300 Valdepeñas (Ciudad Real)
                                                                 - ESPAÑA -
                                                            Tf: 926 32 21 05

                    Quienes deseen ayudar, con sus limosnas, a la causa de canonización de la Sierva de Dios, y a los gastos de edición de libros, estampas y reliquias, para dar a conocer su vida y propagar su devoción, pueden enviar sus donativos a nuestro Monasterio, por giro postal o por transferencia Bancaria a la cuenta corriente número:

                                             POPULAR   IBAN  ES12 / 0075 / 0556 / 52 / 0700777973 
  

0 opiniones:

Publicar un comentario

Gracias por tu opinión sobre la entrada.

Si deseas incluir un enlace utiliza este código:

<a href="Dirección de tu página">Titulo del enlace</